La Habana, 10 ago (EFE).- Cuba sumó este lunes 93 nuevos casos de la COVID-19, la cifra más alta registrada en sus reportes diarios desde que notificara 74 contagios el pasado 1 de mayo en el pico de la pandemia.
Entre los 93 cubanos diagnosticados con la COVID en las últimas 24 horas hay 72 que residen en La Habana, la zona del país caribeño que presenta la situación más compleja a causa de la dispersión de las infecciones en la mayoría de sus municipios, según subraya hoy el parte diario del Ministerio de Salud Pública (Minsap).
En los últimos días los nuevos casos se han disparado en La Habana tras la aparición de varios brotes activos de la enfermedad, lo que significa un retroceso para la capital, que estaba en la fase 1 de la desescalada y retorna hoy a la etapa de trasmisión autóctona limitada de la epidemia, que implica la aplicación de medidas de rigor extremo.
Hasta el pasado fin de semana La Habana tenía reportados siete eventos de transmisión local y 31 focos en 10 de sus 15 municipios.
Esas disposiciones incluyen la suspensión del transporte público, restricciones a los servicios gastronómicos y el cierre de las playas y piscinas cercanas a la ciudad, además de un mayor rigor en el distanciamiento físico y social y el uso obligatorio de la mascarilla.
El director de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, apareció en su comparecencia televisiva diaria usando nuevamente mascarilla o “nasobuco” -como también se denomina en Cuba a ese medio de protección- y explicó que su objetivo con ello es dar el ejemplo a la población ahora que La Habana está de vuelta a una fase tensa y lucha por recuperar el control de la COVID.
No obstante, el especialista manifestó “optimismo” y recalcó que se trata de exigir el cumplimiento estricto de las medidas epidemiológicas y elevar la percepción del riesgo de las personas e instituciones que han cometido indisciplinas frente a la peligrosa enfermedad.
La provincia occidental de Artemisa -vecina de La Habana- registró 10 nuevas infecciones, 4 de ellas en la localidad de Mariel, en uno de los eventos de transmisión surgidos en su territorio tras los registrados en las localidades de Bauta y Baracoa.
Artemisa registró el primer caso de COVID-19 el 20 de marzo y hasta ayer acumulaba 187 personas contagiadas con la enfermedad, 105 de ellas residentes en Bauta, y los 133 casos confirmados en las últimas dos semanas han elevado su tasa de incidencia hasta 25,83 por cada 100.000 habitantes, la mayor del país.
LAS CIFRAS SUBEN
Durán recalcó que en este momento hay 496 pacientes activos ingresados con la enfermedad, el número más elevado de las últimas semanas para un acumulado de 3.046 personas que han sido diagnosticadas con el virus en la isla desde el pasado 11 de marzo cuando se notificaron los tres primeros casos.
En total se encuentran hospitalizadas 959 personas, de las que 20 están en vigilancia, 443 son catalogadas como sospechosas, 496 están confirmadas con el virus y 11.501 son observadas en sus hogares desde la atención primaria de salud.
También precisó que, de los 93 nuevos positivos, 10 son viajeros que fueron diagnosticados en los centros de aislamiento obligatorios donde ingresan tras su arribo a la isla.
De los infectados que resultaron detectados a través de 4.267 pruebas PCR realizadas la víspera, 62 eran asintomáticos en el momento del diagnóstico, 61 fueron contactos de casos ya confirmados anteriormente y hubo 22 cuya fuente de infección aún se investiga.
El epidemiólogo cubano llamó la atención sobre la elevada cifra de menores y jóvenes entre los nuevos contagiados, de los que figuran 43 personas comprendidas entre los 20 y 39 años y 10 menores de edad, un tendencia que se observa en las últimas semanas.
Las altas hospitalarias de la jornada anterior fueron 9 y se acumulan 2.460 pacientes recuperados.
Al día de hoy se encuentran 490 pacientes de la enfermedad que evolucionan sin complicaciones al tratamiento, mientras 2 se reportan en estado crítico y otros 4 se encuentran graves.
Los llamados de las autoridades cubanas insisten en este momento a la población en el imperativo de mantener el orden, la disciplina y la responsabilidad individual y, en particular, en La Habana han vuelto a decir “Quédate en casa” para controlar la pandemia. EFE
Fuente: Contacto hoy