Nadie duda de la habilidad de Ricardo Monreal para crearse oportunidades y, en específico, si se trata de agradar al presidente López Obrador, pero sobre todo si de lo que se trata es permanecer en la prematura lista de presidenciables.
La más reciente demostración, su propuesta de empatar con las elecciones de 2021 la consulta popular para juzgar a ex presidentes y a cualquier “actor político” del pasado o del presente, esgrimiendo el tan manido argumento de la austeridad que necesita la Cuarta Transformación para financiar sus programas asistenciales-electorales.
Convencido de que su gallo para presidente de Morena, Alejandro Díaz Durán, está fuera de la contienda por el liderazgo nacional de Morena y consecuentemente sus limitaciones para imponer candidaturas, decidió librar otra batalla que en apariencia está más perdida que la otra, a menos que tenga comprometidos a líderes de algunas de las bancadas de oposición en el Senado, dado que el cambio de fecha de la consulta requiere votación calificada.
Monreal reconoce que convencer a la oposición de ayudar a López Obrador a ahorrar los 8 mil millones de pesos que costará la consulta si se realiza en agosto de 2021 “no va a ser fácil, lo admito, pero nunca ha sido fácil para mí nada, así que no hay que desesperarse”.
O lo que es lo mismo, al menos demostrará a López Obrador que hizo hasta lo imposible por colocarlo en la boleta del 2021 para ayudar a los candidatos de Morena con la consulta al pueblo para que diga a quién se juzga, se trate de ex presidentes o de cualquier otro actor político, del pasado o del presente, como determinó la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Ahora bien, el coordinador de la bancada de Morena en la Cámara Alta no suele jugar a ser derrotado de antemano, por lo que es posible sospechar, a menos que solo esté blofeando o quedando bien, que tenga los suficientes traidores en el Bloque de Contención para emparejar a Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard en la carrera del 2024, que es lo que está atrás de cada movimiento de los tres.
Como la mera sospecha ofende y como todo indica que el zacatecano solo está jugando a conseguir espacio en los medios parta agradar a López Obrador, me abstendré de mencionar quiénes del Bloque me gustan para traidores, sin embargo no debemos desechar la posibilidad de alguna cuarteadura.
Al margen del resultado, debe reconocerse que no hay semana en que a Monreal no se le ocurra algo para hacerse presente en la agenda política, y que su iniciativa de último momento, esgrimiendo el ahorro de 8 mil millones de pesos y utilizar la popularidad presidencial para sacar adelante a los candidatos de Morena en el 2021 y colocar a los ex presidentes en el patíbulo, debió sonar a música celestial en los oídos de López Obrador.
Fuente: Contacto hoy