Yakarta, 8 oct (EFE).- La Policía indonesia informó que arrestó a unos 300 manifestantes durante la segunda jornada de protestas en Indonesia contra una reforma legislativa que, según los críticos, recorta derechos laborales y amenaza el medio ambiente.
Las protestas, que comenzaron el lunes y tienen previsto continuar este jueves, se celebran a lo largo del archipiélago y en su mayoría han discurrido de manera pacífica, aunque se registraron algunos enfrentamientos puntuales entre autoridades y manifestantes.
Entre 50 y 100 manifestantes fueron detenidos en Semarang durante una manifestación frente a la sede del legislativo regional de Java Central donde las autoridades usaron gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a la multitud, que a su vez arrojaba contra la policía piedras, botellas y artefactos de pirotecnia.
Previo a otra manifestación en Palembang, en la isla de Sumatra, más de 180 manifestantes fueron arrestados por su supuesta intención de incitar al caos y provocar disturbios, según las autoridades que incautaron cuchillos y otras armas afiladas y cócteles incendiarios.
En Bandung, donde las manifestaciones ya resultaron violentas el lunes, los manifestantes lanzaron una bomba de petróleo contra el cordón de seguridad policial.
Varios sindicatos han llamado a la huelga para mostrar su rechazo a una batería de leyes aprobadas el lunes por el Parlamento indonesio, que revisaba unas 70 leyes y regulaciones, encaminada según el Gobierno a la creación de empleos y a atraer a inversores.
No obstante, los críticos con la reforma mantienen que los trabajadores pierden derechos laborales con las nuevas leyes, como el salario mínimo o algunas prestaciones por desempleo, y que la flexibilización de las regulaciones ambientales dañará al entorno.
La Federación nacional de Sindicatos (KSPN) anunció el martes que había creado un equipo especial para estudiar la larga batería de leyes con la intención de acudir al Tribunal Constitucional para impugnar los artículos que violen la Carta Magna indonesia y los derechos de los trabajadores.
Durante un discurso previo a la votación, el ministro de Coordinación para Asuntos Económicos, Airlangga Hartarto, defendió que la reforma era necesaria para facilitar la inversión extranjera.
Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo y decimosexta economía mundial -tomando como referencia el Producto Interior Bruto-, está rezagado con respecto a otros países del Sudeste Asiático, como Vietnam o Tailandia, en cuanto a la inversión foránea.
Indonesia estima para este año una contracción del PIB entre un 0,6 y un 1,7 por ciento como consecuencia de las medidas impuestas para combatir la pandemia de la COVID-19, lo que supone la primera recesión que sufre el país desde la crisis financiera del Sudeste Asiático de 1997-98. EFE
Fuente: Contacto hoy