Nueva Delhi, 11 oct (EFE).- La India superó este domingo la barrera de los 7 millones de contagios de coronavirus y alcanzó las 108.334 muertes, manteniéndose como el segundo país más afectados pese a significativos indicios de recuperación.
La nación de 1.350 millones de habitantes comenzó un descenso de la curva de contagios el pasado 18 de septiembre, cuando los casos alcanzaron récords mundiales por encima de los 90.000 casos diarios.
Durante las últimas cuatro semanas la curva de contagio ha ido en un discreto pero contante descenso, por primera vez desde el inicio de la pandemia.
Sin embargo, a las puertas de la celebración de grandes festivales religiosos en todo el país, las autoridades están alertas por un rebrote a causa de las congregaciones y las fiestas.
Según los últimos datos del Ministerio de Salud indio, el país confirmó 74.383 nuevas infecciones de la COVID-19 en la última jornada, elevando el total desde el inicio de la pandemia a 7.053.806, el 19 % del total de casos en el mundo.
La India es el segundo país más afectado en cuanto al número de contagios, y el tercero en cuanto al de muertes, detrás de EEUU (214.305) y Brasil (150.198).
Estos mismos datos indican que el 85,8 % o 6.077.976 de las personas infectadas se han recuperado, que es también la mayor cantidad de recuperaciones en el mundo.
LA NUEVA “RELIGION DEL MUNDO”
El ministro de Salud indio, Harsh Vardhan, advirtió hoy sobre la necesidad de atender a los protocolos y evitar las fiestas para evitar nuevos picos de contagios.
“No hay necesidad de congregarse en grandes cantidades para demostrar su fe o su religión. Si hacemos esto, es posible que nos encaminemos a un gran problema. El dios Krishna dice que debemos concentrarnos en nuestro objetivo”, dijo en una videoconferencia.
“Nuestro objetivo es acabar con este virus y salvar a la humanidad. Esta es nuestra religión. La religión del mundo entero”, añadió.
La India celebra en octubre y noviembre los festivales hindúes de la diosa Durga y Diwali, el año nuevo indio; que dan lugar a populares celebraciones y congregaciones en templos y vecindarios.
Aunque el Gobierno ha autorizado las celebraciones, con ciertas restricciones de aforo en los lugares cerrados, Vardhan insistió en apelar a la responsabilidad en estas “circunstancias extraordinarias”.
“Ninguna religión o dios dice que hay que celebrar de manera ostentosa”, indicó.
LA LLEGADA DEL INVIERNO
La temporada de festivales coincide además con el descenso de la temperatura, y un aumento de los niveles de contaminación producto de la actividad agrícola, y la construcción, lo que normalmente supone un aumento de las enfermedades respiratorias.
El ministro prevé que esto represente un posible aumento del riesgo en las tasas de infección y transmisión.
“Se sabe que estos virus prosperan mejor en climas fríos y condiciones de baja humedad. En vista de esto, no sería incorrecto asumir que puede haber un aumento en las tasa de transmisión”, señaló.
Aunque la tasa de recuperación, mayor al de nuevas infecciones, mantiene en contante descenso el número de casos activos, la vacuna continúa siendo la salida segura para la segunda nación más poblada del mundo.
El ministro de Salud aseguró que las autoridades trabajan en un plan para adquirir las dosis que requiere su población de 1.350 millones de habitantes, dado que un “solo fabricante no podría producir lo suficiente para vacunar a todo el país”.
Sin embargo, el Gobierno evalúa la posibilidad de optar por “varias vacunas contra la COVID-19”.
La India trabaja ya en la última fase de ensayo con varias vacunas, entre ellas la de AstraZeneca en colaboración con el Insituto Serum de la India, uno de los mayores fabricantes de vacunas del mundo.
MAS NORMALIDAD
En la fases cinco de su proceso de desescalada, las escuelas, teatros, salas de cine, y centros recreativos tienen prevista su reapertura para el próximo jueves, día 15, en casi todo el país.
La mayor parte de las actividades del país se han ido reiniciado en los últimos dos meses en un intento del Gobierno indio por encarrilar su economía, que sufrió durante los primeros tres meses del confinamiento la peor caída de su historia. EFE
Fuente: Contacto hoy