Lima. El presidente peruano Manuel Merino renunció el domingo tras una semana de protestas juveniles que provocaron dos manifestantes fallecidos y más de 100 heridos.
Merino, tercer mandatario desde 2016, orquestó desde el Congreso la destitución de su antecesor Martín Vizcarra, un líder popular que inició una cruzada contra la corrupción en el país sudamericano.
Su dimisión, formulada en un mensaje por cadena nacional, se dio luego que crecieran las presiones de diversos sectores para que renunciara tras las protestas masivas que dejaron los primeros dos fallecidos la víspera y luego que buena parte de los integrantes de su gabinete ministerial dimitiera.
“Quiero hacer reconocimiento a todo el país que presento mi renuncia”, declaró Merino en un mensaje al país por televisión, lo que desató una celebración en las calles de Lima, al día siguiente de la violenta represión de unas protestas que dejó dos muertos y un centenar de heridos.
“El Perú merece seguir adelante”, señaló Merino.
Merino dijo que para que no haya “vacío de poder”, los 18 ministros que él juramentó el jueves seguirán en sus puestos temporalmente, aunque prácticamente todos habían renunciado luego de la represión a los manifestantes el sábado.
El fugaz gobernante anunció su dimisión poco después del mediodía (17:00 GMT), y el Congreso designará su sucesor -escogido entre los parlamentarios- en una sesión convocada para las 18h00 (23:00 GMT), lo que implica que durante unas seis horas Perú no tendrá presidente.
Apenas Merino hizo el anuncio, las calles de Lima se llenaron de manifestantes que golpearon cacerolas y gritaron consignas, en una bulliciosa celebración.
El presidente del Congreso, Luis Valdez, dijo previamente a la televisora N que “tenemos que evaluar no sólo la renuncia de Merino sino ver la forma constitucional de que se pueda resolver esta crisis política”.
Las protestas contra Merino, de 59 años, empezaron el lunes y el sábado se llevaron a cabo en las principales ciudades de los Andes y la Amazonía. En Lima más de cinco mil manifestantes con mascarillas y protectores faciales llevaban carteles que decían “Merino no es mi presidente”, entre otras frases.
Merino asumió el poder el lunes luego que el Congreso, que él dirigía, destituyó de la presidencia a Vizcarra mediante una cláusula vaga instaurada en el siglo XIX llamada “incapacidad moral permanente”. Se convirtió en el tercer presidente desde 2016, desnudando la fragilidad del país.
Vizcarra ganó enorme popularidad en 2018 por iniciar una cruzada anticorrupción en un país donde los expresidentes de los últimos 35 años están investigados o condenados por casos de corrupción.
El ex presidente tiene prohibido salir del país por un periodo de 18 meses y se encuentra bajo indagación de la fiscalía al ser acusado por otros investigados de recibir un soborno hace seis años cuando fungía como gobernador de la región Moquegua. Él negó las acusaciones y anunció que colaborará con las pesquisas.
Vizcarra dijo la noche del sábado en su cuenta de Twitter: “Lamento profundamente las muertes ocurridas a causa de la represión de este gobierno ilegal e ilegítimo”. Añadió que “el país no permitirá que la muerte de estos valerosos jóvenes quede impune”.
Las marchas son las primeras tras una atenuación de los contagios de coronavirus. La propagación de Covid-19 ha convertido a Perú en uno de los países con mayor número de decesos per cápita en todo el mundo y ha sumido a la economía nacional en una recesión con una proyección de pérdida en 2020 de 14 puntos del Producto Interno Bruto, según el Fondo Monetario Internacional.
Fuente: Contacto hoy