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INTERNACIONAL SEGURIDAD

Proliferan neonazis y xenófobos al cobijo de autoridades alemanas

Los ataques xenófobos y las manifestaciones abiertas e impunes de neofascismo se incrementaron alarmantemente en los años recientes en Alemania con conocimiento, encubrimiento y complicidad de las instituciones y autoridades del Estado, alertó un documental creado por la plataforma de periodismo de investigación independiente Redfish.

El filme, titulado Enemigo interno: neonazis y el Estado alemán, sostiene que desde que se fundó el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AFD, por sus siglas en alemán) en 2013, las personas que se identificaron con este partido y su ideología se incrementaron en un tercio y los crímenes de odio se duplicaron hasta llegar a 7 mil 491 actos en 2019. Otros partidos con esa ideología fueron prohibidos en los 90, y la llegada de una nueva plataforma ultraderechista, hace casi ocho años, reavivó el neonazismo que, afirma el documental, se ha mantenido latente en las cúpulas del poder alemanas que nunca fueron realmente “desnazificadas” tras la Segunda Guerra Mundial.

Entre estos crímenes de la ultraderecha está el del presidente del gobierno nacional del estado de Hesse, Walter Lübcke, de la Unión Cristiana Demócrata, muerto en su casa por el extremista neonazi Stephan Ernst, en 2019. La Fiscalía Federal clasificó el delito como asesinato político.

A un año de Hanau

El 19 de febrero 2020, el neonazi Tobias Rathjen, de 43 años, ingresó a dos bares turcos, uno de ellos ubicado en el centro de la localidad de Hanau, estado de Hesse, y abrió fuego en ambos lugares. Asesinó a nueve personas turcas e hirió a cinco más. Luego condujo hacia su casa, donde mató a su madre y se suicidó. Dejó un manifiesto en el que expresó su desprecio hacia los migrantes y gente de color. Explicó varias teorías de conspiración y se lamentó de ser célibe.

Redfish lanza este documental en el primer aniversario de esta matanza y está dedicado a todas las víctimas del racismo y la xenofobia.

El año pasado hubo 320 manifestaciones de extremismo de derecha en Alemania, señala el documental, y en todos ellos se identificaron nexos con la estructura del Estado. Éstos incluyeron el hecho de que Lorenz Caffier, presidente de la Unión Cristiana Demócrata en el estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, compró un arma a un militante de la ultraderecha, que se encontraron armas ilegales y parafernalia nazi en depósitos militares y que un alto funcionario de la inteligencia de Berlín, Hans George Maazen, afirmó que videos de manifestaciones violentas de extrema derecha eran “falsos”.

Asimismo, en varias ocasiones, cuando activistas y abogados defensores de los migrantes reciben amenazas de muerte, estas llamadas han podido rastrearse y se ha descubierto que provienen de comisarías policiales.

Skinheads de corbata

“Los skinheads solían usar botas altas, chamarras y cabezas rapadas, pero ahora llevan corbata y están en el Parlamento”, indicó en el documental Cetin Gültekin, hermano de uno de los fallecidos en Hanau, quien sostiene que Alemania es territorio fértil para el pensamiento extremista y racista debido a la inacción de las autoridades ante las señales de alarma y pese a que existen leyes en el país en contra de los discursos de odio y las manifestaciones fascistas.

El documental señala también a Thorsten Heise, nacido en 1969, cuya militancia fascista desde su juventud está ampliamente documentada en periódicos y otros documentos a los que Redfish tuvo acceso.

Según la ley alemana, Heise debería estar catalogado como fascista por su discurso, actividades y pertenencia a organizaciones neonazis; sin embargo, se desempeña como “productor” de bandas de rock de extrema derecha. En 2017 organizó un festival de música llamado Shild und Schwert (Escudo y Espada) en el cumpleaños de Adolf Hitler. El documental muestra imágenes del mismo: una carpa atestada de jóvenes cabezas rapadas saltando mientras hacen el saludo nazi con el brazo derecho en alto, gritando “¡Heil!” La policía puede verse rodeando la carpa con equipo antimotines, pero impasible, siendo que la ley alemana prohíbe estas manifestaciones, incluido el saludo nazi, por considerarlas incitación al odio racial.

Heise es entrevistado en el documental y asegura que sí conoce a bandas de ideología ultraderechista y favorecidas por los skinheads y neonazis, pero se limita a decir que es parte de su trabajo como productor discográfico.

La Organización Gehlen

Ulla Jelpke, congresista por el partido izquierdista Die Linke, aseguró que desde la Segunda Guerra Mundial se fracasó en el intento de “desnazificar a Alemania”. Agregó que el hecho de que haya elementos de ultraderecha en todos los niveles del poder en el país y en todos los partidos viene desde la formación de Alemania Occidental tras ese conflicto armado, pues la Agencia Central de Inteligencia estadunidense (CIA, por sus siglas en inglés) creó una institución de espionaje para Alemania Federal y puso a la cabeza a un ex militar nazi que se cambió de bando. El nombre del funcionario era Reinhard Gehlen, e incluso la CIA nombró Organización Gehlen a la nueva agencia.

Documentos de fuentes de inteligencia de Estados Unidos en ese entonces dicen que Gehlen se eligió para el cargo por su intenso “odio a los comunistas”, aunque admiten que “sus ideas fascistas” son una desventaja. De la misma forma, muchos ex nazis, familiarizados con el exterminio de judíos, comunistas, gitanos, homosexuales y opositores fueron incorporados a las instituciones de Alemania Federal.

Para 1957, tres cuartas partes del poder judicial eran antiguos nazis, lo mismo que 25 miembros del gabinete. Para 1964 ya se había formado el Partido Nacional Democrático Alemán, abiertamente neonazi, y en 1972 se formó el Partido Libre de los Trabajadores. Ambos fueron prohibidos en 1995, y el productor discográfico Heise fue líder en ambos.

“Los criminales de guerra fueron condenados a muerte, pero muchos jueces, generales y políticos nazis quedaron libres y obtuvieron puestos en el gobierno en los años 60. Entonces quedó claro que la desnazificación de Alemania había fracasado” señaló Jelpke.

Fuente: La jornada