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INTERNACIONAL SEGURIDAD

Amnistía denuncia violencia física y sexual de policías contra mujeres en México

Ciudad de México, 4 mar (Sputnik).- Las autoridades mexicanas reprimieron a mujeres que protestaban pacíficamente en contra de la violencia de género en 2020, mediante el “uso innecesario y excesivo de la fuerza, detenciones arbitrarias e incluso violencia sexual”, dijo Amnistía Internacional (AI) en un informe publicado el miércoles.

Durante las detenciones y traslados de las manifestantes, “elementos policiales se dirigieron a las mujeres con lenguaje violento y sexualizado, las amenazaron con violencia sexual y las sometieron a violencia física y sexual”, dijo la directora ejecutiva de AI en México, Tania Reneaum Panszi.

Según la organización, muchas mujeres no sabían dónde estaban, ni quien las detenía, ni hacia dónde las llevaban, con prácticas ilegales de las autoridades en las que las manifestantes “estuvieron en riesgo de sufrir desaparición forzada”,

“La respuesta violenta de las diversas autoridades a las manifestaciones de mujeres vulneró sus derechos a la libertad de expresión y de reunión pacífica”, denuncia AI.

En muchas ocasiones documentadas por la organización, fundada en 1961 y con sede en Londres, los agentes policiales mexicanos “recurrieron al uso de la violencia sexual como una táctica para aleccionarlas por atreverse a salir a manifestarse en la vía pública, y por tener un comportamiento contrario a los estereotipos de género”.

Según las amenazas proferidas en la represión de protestas feministas, “las mujeres deben quedarse en casa y no salir a buscar problemas”.

AI advierte en el documento que toda violación sexual cometida por una autoridad del Estado “debe ser considerada como una forma tortura”.

Esa definición está contenida en el derecho internacional de los derechos humanos, además de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) relativas a México, señala AI.

Las protestas más destacadas, protagonizadas en su mayoría por mujeres jóvenes, ocurrieron en el mes de marzo de 2020, en el marco del Día Internacional de la Mujer, que se conmemora el 8 de marzo, cuando las plazas del país se cubrieron de los colores lila y verde que identifican a los movimientos feministas.

CINCO CASOS EJEMPLARES

El documento, publicado en el marco de una discusión sobre el machismo y el patriarcado en la política mexicana, se titula “La era de las mujeres: estigma y violencia contra mujeres que protestan” y analiza cinco manifestaciones de mujeres y grupos feministas.

Las expresiones callejeras en contra de la violencia de género analizadas fueron efectuadas el año pasado en Guanajuato, el Estado de México y la Ciudad de México, en el centro del país, en el norteño Sinaloa, y en el balneario caribeño de Cancún (sureste).

“Las autoridades de distintos niveles de Gobierno han estigmatizado las manifestaciones de mujeres, caracterizándolas como “violentas” con el fin de deslegitimar su activismo y cuestionar sus motivos”, prosigue el documento.

AI se dirige a los gobernantes mexicanos para señalar que las protestas “son un reclamo del derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia” y “un llamado a combatir la impunidad que prevalece en miles de casos de feminicidio y de violencia sexual”.

El informe relata que policías sin identificación detuvieron a más de una docena de mujeres y las mantuvieron incomunicadas con el objetivo de causarles “un intenso miedo de ser víctimas de desaparición forzada”.

La generación deliberada de sufrimiento e incertidumbre “vulnera el derecho a la integridad personal y contraviene la prohibición absoluta de la tortura y otros malos tratos”, sentencia AI.

Diversas autoridades y algunos medios de comunicación han estigmatizado a las manifestaciones de mujeres y grupos feministas como “violentas”.

Por ejemplo, en la Ciudad de México, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, tachó las acciones de protesta como “provocaciones”, que buscaban que el Estado respondiera con mayor violencia.

En León, Guanajuato (centro), el jefe de Seguridad Pública señaló que la ciudad no podía convertirse en un “manifestódromo violento”, un lenguaje hostil que resta legitimidad al activismo y facilita la violencia en su contra.

El propio presidente Andrés Manuel López Obrador respondió con desagrado a la campaña “Rompe el pacto patriarcal”, que le pide impedir que sea candidato de su partido a gobernador por Guerrero, un senador acusado de violación por cinco mujeres.

“¡Ya chole!” con ese tema, expresó el mandatario en la jerga coloquial mexicana que denota hartazgo, similar a decir “ya basta”. (Sputnik)

Fuente: Contacto hoy