Ciudad de México. Para los inversionistas nacionales y extranjeros, México es un país que ofrece fortalezas y tiene un “enorme potencial”, dice Héctor Grisi Checa, director general de Santander México.
El reto, es acompañar esas fortalezas con certidumbre y cumplimiento de las leyes, dos puntos en que, considera, es necesario insistir, explica.
Califica como positivo que el gobierno ha mantenido el compromiso de no endeudar más al país y, con ello, un equilibrio en las finanzas públicas. En tanto, el banquero encuentra preocupante la reforma al sector eléctrico.
En una entrevista con La Jornada, previo a la realización de la 84 Convención Bancaria, que se realizará esta semana, Grisi Checa menciona que la economía mexicana aún tiene “enorme potencial” y se recuperará de la crisis que dejó la pandemia de Covid-19.
—¿Qué opiniones recogen de sus clientes respecto de la situación económica y las perspectivas del país?
—Hay opiniones diversas, de todo tipo, unas con escenarios mucho más conservadores y otras positivas, que ven oportunidades de negocio, que quieren invertir. Sin duda la pandemia agregó condiciones de incertidumbre y el reto de apresurar el proceso de vacunación que permita abrir la economía nuevamente.
“El país tiene fortalezas y enorme potencial, pero es fundamental acompañar esas fortalezas con certidumbre y estado de derecho. Nosotros mantenemos nuestra apuesta en el potencial de país que en el caso de la banca, todavía tenemos mucho terreno por avanzar”.
—¿Genera confianza para las inversiones la política económica del gobierno?
—Un elemento central para las inversiones es la certidumbre y es algo en lo que es necesario seguir insistiendo. Desde luego, México sigue siendo un gran atractivo para las inversiones y conforme haya más certidumbre, estabilidad y estado de derecho, habrá mayor claridad y posibilidades para las inversiones.
—¿Qué puntos destaca y cuáles no?
—Es muy positivo que desde las autoridades se ha cuidado el no generar endeudamiento y con ello mantener un manejo equilibrado de las finanzas públicas, es algo a destacar.
“Debemos analizar muy bien la iniciativa para reformar al sector eléctrico para ver qué temas funcionan y cuáles no, en el nuevo entorno y saber sus efectos en todos los sectores de la economía; y es importante insistir en los incentivos para que la economía pueda afrontar las actuales circunstancias, sobre todo en cuanto a pequeñas y medianas empresas que soportan mucha de la actividad económica del país”.
—¿Cómo describe la relación con el gobierno a dos años de la gestión del presidente, Andrés Manuel López Obrador?
—Tenemos una buena relación con este gobierno, una gran comunicación con ellos, de gran apertura para trabajar juntos. Ahora bien, estamos listos siempre para colaborar con las autoridades y hemos mantenido nuestra actividad bancaria.
—Desde antes de la crisis de Covid la inversión privada ya disminuía, ¿qué falta o que se requiere a un año de la crisis para vigorizarla?
—Hay que considerar que durante el primer año de gobierno hubo sectores que se mantenían a la expectativa en espera de ir conociendo las políticas del nuevo gobierno, es un efecto que cada inicio de administración se tiene. Ahora bien, para vigorizar la inversión es necesario que haya mayor certidumbre del gobierno y estado de derecho.
“Estos dos factores alientan la inversión que necesitamos para generar crecimiento. Y en el contexto del Covid-19 será determinante el avance de las vacunas, conforme se logre que una buena parte de la población esté vacunada y comencemos a volver a nuestros patrones de consumo, a salir a comer, a los cines, a viajar y a recuperar las actividades normales, se deberá generar la necesidad de invertir y acompañar el repunte de la economía”.
—¿Qué debe ocurrir para que una vez que pase la fase más crítica de la pandemia se dé la reactivación de la economía? (crédito bancario al alza, inversión, proyectos)
—Nuestra economía tiene enorme potencial y desde luego que confiamos en que se recuperará. Las condiciones para que eso ocurra tienen que ver con la certidumbre y el estado de derecho que se requiere para tener un horizonte de mediano y largo plazo para que se genere la confianza y regrese la demanda de crédito, la inversión y los proyectos.
—Al tener un pulso de la actividad económica en la banca ¿cuál identifica como el momento más difícil?
—Al inicio de la pandemia se generó una incertidumbre sobre la condición que enfrentarían los clientes, nosotros como Santander y la banca en general respondimos de forma muy oportuna para ofrecer esquemas para apoyar a los clientes; en nuestro caso no nos detuvimos a preguntar las condiciones de los clientes, aquellos que nos pidieron el apoyo se los dimos y eso sin duda ayudó a aliviar los efectos iniciales de la pandemia; esto implicó un reto de construir en apenas unas semanas una solución y ejecutarla.
“Ahora bien, todavía no superamos la situación compleja de la pandemia, este año todavía tendremos retos por afrontar”.
—¿Qué pasa en el México de los microempresarios, de las personas que reciben un sueldo por medio de propinas, el pequeño comerciante? ¿Cómo se ve este sector?
—Desafortunadamente ha sido un sector muy afectado pero confío en que conforme se vaya dando la vacunación y se puedan reabrir los negocios, el consumo se irá restableciendo y la economía automáticamente se reactivará.
“De nuestra parte hemos estado del lado de las pequeñas y medianas empresas con muy diversos esquemas, que incluyen capacitación, acceso a medios de pago y otros esquemas”.
—¿Los apoyos de los bancos sirvieron? ¿Es necesario un nuevo plan de apoyos?
—Sí sirvieron, tan es así que la morosidad no se disparó. En nuestro caso, más de 600 mil clientes se inscribieron al programa, y hemos tenido resultados mejores a los esperados sobre los pagos de esos clientes. El nivel de morosidad es razonable.
—¿Hasta cuándo retornará el crédito bancario previo a la pandemia y de que dependerá?
—Estamos mucho mejor de lo que teníamos contemplado y como te comenté, no sólo el crédito bancario, sino toda la recuperación económica dependerá del avance del proceso de vacunación, ya que conforme se apliquen las vacunas esto permitirá la reapertura al 100% de todos los negocios y se retome el consumo.
“Sin embargo es importante diferenciar que hay negocios que no han parado y que de hecho han tenido un desempeño extraordinario, como ejemplo, tenemos a las hipotecas que en el último trimestre del año pasado registraron cifras récord”.
“Veremos signos de recuperación este año, no hay forma de establecer un estimado claro de qué tan vigorosa será esa recuperación, porque necesitamos ver el avance de la vacunación y con ello el regreso a la actividad productiva”.
—Se habla que la pandemia no afectó tanto a la banca como en otros años ¿Cómo se explica esto?
—Porque no es una crisis financiera o generada en el sistema financiero. Es una crisis de salud pero no del sistema financiero. Aunado a esto, tenemos una banca muy sólida, con buenos niveles de capital de liquidez y con experiencia para reaccionar rápido ante este tipo de situaciones. En la crisis de mediados de los noventa lo que vimos fueron instituciones financieras que quebraron, y un efecto en tasas muy fuerte.
“En esta ocasión la banca es parte de la solución y tenemos mucha más fortaleza; y en el ámbito macro económico en lugar de una subida de tasas, vemos que incluso han bajado”.
—Para el banco, ¿cuál es la acción o el hecho que hace falta para retomar el ritmo de la actividad económica?
—Es imposible no considerar el proceso de vacunación. La expectativa de la aplicación de la vacunación es un detonante para la recuperación económica, sin vacuna no se puede reactivar la economía. Aunado a esto, que mientras haya estabilidad y estado de derecho se fomenta la inversión que genera recuperación en los diferentes sectores de la economía.
Fuente: La jornada