Ciudad de México. El Banco de México (BdeM) elevó de 4.8 a 6 por ciento su estimado de crecimiento económico para este año, ante un desempeño mejor al esperado durante el primer trimestre y la expectativa de que a partir del segundo trimestre la recuperación se dé a un ritmo más elevado.
En su informe trimestral enero-marzo 2021, el banco central señaló que, no obstante, ante la incertidumbre que persiste alrededor de la dinámica prevista para la actividad económica, se considera que el crecimiento económico del país podría ubicarse entre 5 y 7 por ciento en 2021.
De esta forma, la previsión del BdeM está por debajo de 6.5 por ciento que prevé la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, pero superior a 5.15 que anticipan los especialistas del sector privado.
Para 2022 el instituto central también revisó su escenario a la baja, al anticipar un crecimiento de 3 por ciento, cuando el trimestre pasado era de 3.3 por ciento.
El banco destacó que de materializarse un crecimiento en 2021 cercano a la parte superior del intervalo, la actividad económica recuperaría en el último trimestre del año el nivel observado al cierre de 2019.
En tanto, con un crecimiento cercano al punto intermedio de los intervalos, dicha recuperación ocurriría hacia el segundo trimestre de 2022. Con un crecimiento cercano a la parte inferior de ambos intervalos, el nivel observado al cierre de 2019 se alcanzaría a principios de 2023.
Señala riesgos
Alejandro Diaz de León, gobernador del BdeM, advirtió que aún prevalecen retos para la recuperación del país y un entorno de alta incertidumbre, sobre todo porque la pandemia de Covid-19 aún no se disipa.
No obstante, dijo, la revisión al alza en el crecimiento global, especialmente en Estados Unidos, los avances de las campañas de vacunación en varios países, incluido México, y las menores restricciones a la movilidad dan lugar a una perspectiva más favorable para los próximos trimestres.
Por lo cual se considera que los riesgos para el crecimiento se han tendido a balancear en el horizonte de pronóstico.
Entre los riesgos para el crecimiento del país destaca que haya retrasos en la producción, distribución o aplicación de las vacunas o que haya un recrudecimiento de la pandemia, tanto a nivel global como nacional que implique la adopción de nuevas medidas para contenerla.
También que haya posibles cuellos de botella en las cadenas de suministro a nivel global generen escasez de insumos para algunos sectores en México, particularmente el automotriz.
Que se observen episodios adicionales de volatilidad en los mercados financieros internacionales y se afecten los flujos de financiamiento para las economías emergentes; que la recuperación de la inversión sea menor a la esperada, manteniéndose en niveles bajos respecto de lo requerido para apoyar la recuperación.
Fuente: La Jornada