La cantidad de lluvia derramada en la ciudad a lo largo de más de 24 horas por el huracán “Hanna” revela que la infraestructura pluvial de la ciudad es insuficiente en situaciones extraordinarias como las que se ha presentado; esta contundente realidad puede ser aminorada si la sociedad modifica la práctica de arrojar basura a la vía pública y desechos nocivos para las redes de drenaje, declaró Jorge Salum, Presidente Municipal.
“Con mayor frecuencia se dice por los organismos de seguridad civil y de provisión de los servicios de agua, que el principal problema que eleva el riesgo de inundaciones es la basura que llega de la mano del ciudadano a la vía pública, donde es arrastrada hasta alcantarillas y demás equipamiento pluvial, lo que entorpece su correcto funcionamiento”, aseguró el Alcalde.
Además, al hecho descrito Salum del Palacio señaló que se suma la costumbre común de arrojar al drenaje y descargas domiciliarias residuos plásticos, textiles, grasas, lubricantes y otra variedad de químicos, que al interior de las tuberías se convierten en problemáticos taponamientos.
Indicó también que la situación pluvial de los pasados días habría sido aún más grave si Aguas del Municipio de Durango (AMD) no hubiera ejecutado satisfactoriamente su programa anual de limpieza de rejillas pluviales desde el pasado mes de mayo, mediante el cual se han retirado más de tres mil 500 toneladas de basura, escombros y otros azolves, así como a las labores de desazolve de arroyos y colectores.
“Un dato que podría abonar a favor de la responsabilidad social en pro de la cooperación con las instituciones de protección civil y seguridad es el hecho de que en todo el territorio urbano existen depresiones topográficas que, desde hace siglos, fungen como lagunas, afluentes temporales de agua y laderas de escurrimiento, zonas que por muchos motivos son ahora desarrollos habitacionales y comerciales, en donde la presencia de inundaciones es común”, agregó Jorge Salum.
A razón de lo anterior, el edil capitalino aclaró que, aunque en la mayoría de los casos existen obras de infraestructura destinadas a drenar las aguas de las zonas altas, éstas se llegan a ver sobrepasadas provocando encharcamientos y desbordamientos. Además, son también susceptibles las áreas bajas que, aunque no están cerca de los arroyos y canales, pueden inundarse debido a que se ubican en terreno cóncavo.
Dio a conocer, además, que el municipio de Durango cuenta con un Atlas de Riesgos Naturales en el que están identificadas con claridad las principales zonas de inundación donde las colonias con más afectación son Potreros de La Laguna, La Virgen, Maderera, Santa María, 20 de Noviembre, Los Duraznos, San Carlos, Benito Juárez, El Edén, Jalisco, Promotores Sociales, Nuevo Durango y San Luis, Villas del Guadiana, Encinos, Los Arbolitos, José Ángel Leal, Las Américas, Jardines de Durango, entre otros.
La solución a esta situación, dijo, implica no sólo la visión de los gobiernos Estatal y Municipal en la conclusión de obra hidráulica pluvial como el Sistema Integral Noreste, en el que se invierten más de 50 millones de pesos para hacer funcional la red de colectores Andrómeda, Orión, San Luis y el encauzamiento de la Acequia Grande, a donde será aforado el caudal pluvial.
“Se requiere, además y aún más importante, que la sociedad adquiera bienes inmuebles que les garanticen seguridad y una plusvalía real y no un posible riesgo por una supuesta buena oportunidad de inversión. De esta manera será posible contribuir con un desarrollo realmente sostenible para la ciudad”, concluyó Jorge Salum.