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INTERNACIONAL

Biden acepta nominación a Presidencia en Convención Nacional Demócrata

Nueva York. La Convención Nacional Demócrata culminó con su abanderado Joe Biden declarando que rescatará al país de sus múltiples crisis y recuperará “la promesa de Estados Unidos para todos” como su próximo presidente.

El espectáculo político, por primera vez producido como evento virtual, llegó a su fin en su cuarto día con la presentación del candidato presidencial a través de las voces de su familia, sus colegas políticos, y de “gente común” por todo el país.

Una y otra vez se subrayó su “decencia” y su “empatía” con todos, conocidos y desconocidos, y que tras una larga carrera política de casi 50 años -como senador y dos periodos como vicepresidente-, es uno de los candidatos presidenciales con mayor experiencia en la historia del país -todo para contrastar con el actual residente de la Casa Blanca.

Biden aceptó formalmente su nominación como candidato presidencial demócrata y declaró ante las cámaras -sin público presente, sin conjuntos musicales, sin globos, con todo el circo de una convención física ausente y sustituida por esta versión pandemia- que “seré un aliado de la luz, no la oscuridad…. optaremos por la esperanza sobre el temor” y reiteró que esto se trata de “una batalla por el alma del país”.

Declaró que hay cuatro crisis históricas, con la pandemia, la peor crisis económica desde la Gran Depresión, la urgencia de la justicia racial y el cambio climático.

“La opción no puede ser más clara. Enjuicien a este presidente sobre los hechos”, dijo y presentó la lista de datos del desastre de la salud pública y la crisis económica. “El presidente no asume ninguna responsabilidad, culpa a los demás…. No tenía que ser así”, acusó.

Afirmó tener un plan para enfrentar la pandemia así como para reactivar la economía para beneficiar a las mayorías. “Esta campaña no se trata solo de ganar votos, es sobre ganar el corazón y, sí, el alma de Estados Unidos, ganarla por los generosos entre nosotros, no los egoístas, ganarla para los trabajadores que mantienen funcionando a este país, y no sólo para algunos privilegiados de hasta arriba”.

Prometió un nuevo sistema de inmigración “basado en nuestros valores”, reforzar los sindicatos que “construyeron la clase media”, elevar los salarios de los trabajadores esenciales, como también obligar a los más ricos de pagar su parte en impuestos, y prometió que “restauraré la promesa de America para todos”.

Biden será, si gana, el presidente de mayor edad en la historia al inicio de su mandato (cumplirá 78 años) y, en los hechos, es el candidato de la cúpula geriátrica del partido -la presidenta de la cámara baja Nancy Pelosi, el ex presidente Bill Clinton y Hillary Clinton, el líder de la bancada minoritaria del senado Charles Schumer- algo que él mismo reconoce al calificarse como una figura “de transición”.

Sin el talento retórico y el carisma de Barack Obama o, en sus mejores tiempos, Bill Clinton, Biden se presenta como alguien con la experiencia para guiar el país en momentos de crisis, de reparar los daños a la república ocasionados por Trump, y para buscar un regreso a “la normalidad”. A la vez, él y la cúpula política demócrata entiende, aunque aún rehúsa ceder, las nuevas fuerzas dinámicas dentro de su partido y sus aliados, como el cambio demográfico y sus implicaciones para el país. En parte por ello se seleccionó a la senadora Kamala Harris como la compañera de fórmula de Biden -si ganan ella sería la primera mujer y también la primera persona de color en ocupar la vicepresidencia.

Pero la convención fue exitosa en dar expresión al cambio demográfico y generacional, el impacto de Bernie Sanders y sus aliados en inclinar al partido hacia la izquierda por primera vez en décadas incluyendo abordar el tema ahora inevitable del racismo sistémico, de los inmigrantes, del cambio climático y de las diversas expresiones de violencia dentro de este país -y a la vez ofrecer una imagen de unidad que gira menos en torno a un candidato sino en contra del presidente Trump y sus huestes.

Esa unidad se expresó a través de comentarios sobre Biden de siete de los principales candidatos demócratas que compitieron con él por la nominación, entre ellos Sanders y el multimillonario Michael Bloomberg, como con diversas voces -latinos, asiáticas, afroestadunidenses, indígenas, veteranos militares y un foro del candidato con trabajadores y gremios para enfatizar la importancia clave de los sindicatos- por todo el país sobre lo que esperan de una presidencia de Biden.

El tema de este día fue “La promesa de America”, y toda la noche se dedicó a ofrecer una “visión” para cumplir con las expectativas de los estadunidenses.

La actriz Julia Louis-Dreyfus (quien ha sido premiada múltiples veces por su papel estelar en la serie Veep, donde ella es una vicepresidenta) fue la conductora del programa. Los intermedios musicales estuvieron a cargo de The Chicks (agrupación de country-rock originalmente conocidas como las Dixie Chicks), y un dueto con John Legend y Common, y a diferencia de otras noches, ésta hubo hasta un autor -el historiador presidencial Jon Meacham.

Con el fin de esta convención arranca la batalla frontal de los demócratas y sus aliados durante los próximos 75 días para desalojar al por ahora ocupante de la Casa Blanca.

La campaña de Biden recibirá un regalo el viernes, cuando más de 70 ex altos funcionarios de seguridad nacional republicanos endosarán al demócrata al emitir feroces acusaciones contra Trump. Entre ellos se encuentran el ex jefe de la CIA Michael Hayden y el ex director del FBI William Webster y el primer director de Inteligencia Nacional, John Negroponte.

Por su parte, el Partido Republicano de Trump realizará su convención nacional a partir del próximo lunes. Se sabe que habrá un mosaico de participantes muy diferente a los demócratas, incluyendo tal vez algunos que creen en una teoría de conspiración donde Trump está salvando al mundo contra un culto de pedofilos y caníbales al servicio de Satanás con vínculos con demócratas y algunos estrellas de Hollywood.

El miércoles, Trump elogió a los integrantes de ese grupo ultraderechista que se identifican como QAnon al comentar que aunque no los conoce, “entiendo que les gusto mucho, lo cual aprecio”. Agregó: “he escuchado que estas son gentes que aman a nuestro país”.

Y hoy, una vez más, acusó que los demócratas “están intentando robar esta elección”.

Fuente: La Jornada