Teherán, 11 oct (EFE).- Irán registró este domingo su máximo diario de decesos por COVID-19, 251, y superó el medio millón de contagiados desde el inicio de la pandemia, entre los que figura el jefe de la Agencia Iraní de Energía Atómica (AEAI), Alí Akbar Salehí.

En las últimas 24 horas se contabilizaron 251 muertos y 3.822 casos de contagio, lo que eleva el cómputo total de fallecidos a 28.544 y de enfermos a 500.075, según las cifras difundidas hoy por el Ministerio de Salud.

La portavoz de Salud, Sima Sadat Larí, indicó que de los nuevos casos detectados 1.724 han tenido que ser hospitalizados y que en total en las unidades de cuidados intensivos del país hay ingresadas 4.482 personas a causa del coronavirus.

La tercera ola de la enfermedad está golpeando con fuerza a Irán y, como ocurrió en la primera, también ha afectado a altos responsables gubernamentales como Salehí.

El portavoz de la AEAI, Behruz Kamalvandí, informó este domingo de que la prueba de la COVID-19 a la que se sometió Salehí dio positivo el pasado día 3 y que, desde entonces, se encuentra en “cuarentena domiciliaria”.

“Afortunadamente, su estado general en la actualidad es favorable y puede supervisar los temas de la organización”, agregó Kamalvandí, citado por la agencia local ISNA.

La gran mayoría de las provincias del país se encuentran en estado rojo, el de máxima propagación de la enfermedad, aunque las que más preocupan son Teherán y Qom, donde las hospitalizaciones superan la media nacional.

De hecho, en Teherán, es desde ayer obligatorio el uso de mascarilla en espacios públicos exteriores, y no solo en interiores como venía ocurriendo desde el pasado julio.

Las autoridades determinaron una multa de 500.000 riales (1,60 dólares) para los infractores y, a partir de hoy, se aprobó asimismo sancionar a aquellos que oculten estar contagiados.

El viceministro de Salud, Alireza Raisí, explicó que la medida del uso obligatorio de la mascarilla y de las correspondientes multas está previsto que se extienda a todo el país.

“La provincia de Teherán ha sido seleccionada para poner a prueba este proyecto y, una vez que se eliminen sus deficiencias, se implementará en todo el país”, explicó Raisí.

Las autoridades tratan con esta medida, así como con cierres temporales de ciertas actividades económicas, culturales y religiosas, contener la tercera ola de la pandemia antes de que colapsen los hospitales, que ya sufren de gran saturación de enfermos de la COVID-19.EFE

Fuente: Contacto hoy