Viena, 6 ene (EFE).- El calentamiento de las aguas provocado por la crisis climática ha eliminado de las bajas aguas del Mediterráneo israelí al 95 % de las especies autóctonas de la región, que han sido sustituidas por especies tropicales migradas, según un estudio del Instituto de Paleontología de la Universidad de Viena.
La investigación, cuyos resultados han sido publicados por la revista especializada “Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences”, apunta a una “reorganización del ecosistema” del Mediterráneo Oriental que puede provocar que las migraciones de especies se intensifiquen en los próximos años.
Caracoles, almejas, esponjas de mar o peces autóctonos han desaparecido en cuestión de décadas, resaltan los científicos encabezados por el investigador Paolo G. Albano, quien no descarta que la situación ante las costas israelíes revele una tendencia más general, que pueda darse en otras zonas del Mediterráneo oriental.
“Las condiciones de temperatura actual del Mediterráneo no son adecuadas para las especies, pero son perfectas para especies tropicales”, asegura a Efe Albano.
Estas migraciones de especies se han dado desde que se abriera el Canal de Suez en 1869, lo que ha hecho posible que animales del Mar Rojo hayan migrado hacia el Mediterráneo, un proceso que se ha acelerado con el calentamiento de las aguas.
“Si comparas las temperaturas del Mediterráneo israelí y las del Mar Rojo, son idénticas”, apunta Albano.
Asegura que en el espacio estudiado se encontraron también especies tropicales provenientes del Océano Índico.
FUTURO OSCURO
El estudio refleja también que del 5 % de especies autóctonas que todavía vive en estas aguas, el 60 % de las que se hallaron es “significativamente más pequeño” de tamaño de lo que solía ser.
“Esto demuestra que mueren muy jóvenes, antes de reproducirse”, asegura Albano, cuyo equipo estudió durante dos años las conchas -como exoesqueletos de los moluscos que son-, de la costa mediterránea israelí, lo que les permitió deducir cómo eran los animales hace unas décadas y compararlos con las actuales.
“Es la parte crítica del hallazgo”, considera el investigador, ya que esa falta de reproducción auguraría la desaparición futura de un número mayor de especies, tendencia probablemente ya irreversible para las especies nativas de las aguas bajas, pero que aún podría evitarse en las que habitan en las aguas profundas, donde la temperatura es naturalmente más baja.
Allí no impacta tanto el calentamiento del planeta, por lo que no hay tanta migración y la población autóctona es mucho más amplia.
“Puede que hayamos perdido las bajas aguas, pero todavía podemos proteger las aguas más profundas”, subraya Albano, que apunta a otros factores externos, como la contaminación o construcciones marítimas como principales amenazas de estas aguas. EFE
Fuente: Contacto hoy