San Juan Chamula (México), 16 feb (EFE).- La crisis sanitaria por la covid-19 no frenó la celebración de los carnavales de los pueblos indígenas tzotzil y tzeltales, en el suroriental estado mexicano de Chiapas, y unas 2.000 personas se dieron cita este martes en San Juan Chamula, donde la fiesta se llevó acabo con la misma intensidad que en años atrás.
Sus habitantes conciben esta como una fecha para celebrar la fertilidad de la tierra, tal y como la recoge el calendario maya, por lo que con música, danza, cantos y fuegos recrean el Kin Tajimoltic o Fiesta del juego, que se celebra al inicio del año nuevo maya y donde bailan cinco días consecutivos.
Todos los católicos participan en este rito, lo que ocasiona grandes listas para llevar el cargo de paxon (personaje principal del carnaval), tal y como explicó a Efe el paxon Mario Hernández Jiménez tras aclarar que hay más de 100 cargos religiosos.
“Es un cargo que se lleva sobre todo con fe. Teniendo la fe se puede ejercer, si no, no se puede ser. Esto lleva mucha fe y devoción. Este carnaval es único para nosotros porque es un tesoro que tenemos desde nuestros ancestros”, presumió desde Chiapas, el único estado de México considerado por las autoridades de salud en riesgo bajo de contagio.
Ataviados con sus trajes regionales, cientos de tzotziles sin temor a la pandemia salen a danzar a las calles, a los cerros y a los manantiales, una tradición que no se puede detener, pues por siglos se han resistido a que su cultura y tradiciones desaparezcan.
“Le estamos rezando a Jesús como el dueño de todo el universo y, si usted tiene lo que tiene, es gracias al Señor. Todo lo que te da es gracias a Jesús. Por eso no puedo descartar la fiesta con toda fe y devoción”, expresó Mario Hernández
Asimismo, el organizador del cargo de toros, Luis Gómez Gómez, aclaró que esta celebración también es para pedir y agradecer por la vida.
“Yo pido que haya mucha salud, por lo que está pasando con el coronavirus. Que nos cuide a todos, que nos cuide a todo México, que nos cuide al pueblo de San Juan Chamula”, mencionó.
La festividad representa episodios del Popol Vuh, libro sagrado de la civilización maya, incorporando al mismo tiempo con algunos elementos de los evangelizadores españoles que llegaron en el siglo XVI a San Juan Chamula, explicó Sebastián Patishtán Méndez, director del Centro Estatal De Lenguas, Arte Y Literatura Indígena en Chiapas.
Esta celebración cuenta con muchos elementos de los mayas antiguos: las fechas que dura la celebración están vinculadas a los cinco “Días perdidos” del calendario maya, que comprende un sistema calendárico lunar vigesimal (cada mes constaba de 20 días) y eran 18 meses.
Lo que daba como resultado un calendario de 360 días y cinco “Días perdidos”, que aprovechaban para rezar y jugar haciendo fiesta mientras cerraban un ciclo más.
El carnaval empezó puntualmente este martes con la aparición de un grupo de bailarines y músicos vestidos con el atuendo tradicional de calzones de manta, anchas casacas de lana y guaraches de piel como calzado.
Durante la ceremonia se escucharon mantras de coros y guitarras, sonajas, trompetas y tambores al tiempo que las autoridades tradicionales religiosas danzaban por los sitios sagrados y en la plaza grande de Chamula con banderas representando la cabeza de Dios.
Al final del ritual llegaron a la ceremonia los paxon, quienes corrieron junto con su ejército sobre paja en llamas en un acto de purificación personal relativo al calendario agrícola.
Uno de los que encarnaron el personaje “kolemal max” (monos sueltos), Ismael Hernandr, detalló a Efe lo mucho que implica participar en este rito.
“Es mucho orgullo para nosotros. Es una tradición que se lleva cada año y nos sentimos orgullosos cada día que viene este carnaval, emocionados por bailar y danzar”, compartió.
Al término del ritual, 24 toros se exhibirán en un recorrido por los barrios de San Juan Chamula para ser paseados y montados, desafiando a la muerte, en la plaza principal como parte del juego con el que culmina el carnaval. EFE
Fuente: Contacto hoy