El compromiso con el Plan Estratégico para el quinquenio 2021-2025 que la anterior administración anunció en noviembre fue ratificado este viernes tanto en una teleconferencia con inversores como en una rueda de prensa concedida por los nuevos directores.
Se trata de las primeras apariciones públicas de los nuevos ejecutivos de Petrobras desde abril pasado, cuando la presidencia de la petrolera, que es controlada por el Estado pero tiene acciones negociadas en la bolsa de Sao Paulo, fue asumida por el general de la reserva del Ejército Joaquim Silva e Luna, quien sustituyó al economista Roberto Castello Branco.
El cambio de dirección generó temores entre los inversores ante la posibilidad de que el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, intentara intervenir en decisiones estratégicas de la empresa, como la definición de los precios de los combustibles y el destino de las inversiones.
Pero la nueva dirección transmitió un mensaje de tranquilidad, en el que se comprometió con seguir generando renta para los inversores.
Pese a que Silva e Luna no participó ni en la reunión con los inversores ni en la rueda de prensa, divulgó un vídeo en que prometió continuidad a los planes impulsados por Castello Branco, un economista liberal que tenían la confianza de los inversores.
“Estamos seguros de que la grandeza y la solidez de esta compañía seguirán mereciendo la misma confianza que nos ha sido otorgada”, dijo.
Silva e Luna recordó que el Plan Estratégico prevé inversiones por 55.000 millones de dólares en cinco años y la entrada en operación de 13 plataformas marítimas de explotación.
“Con ese conjunto de acciones Petrobras extraerá más petróleo que el que ya produjo en toda su historia”, aseguró.
El Plan Estratégico prevé que la producción de la empresa saltará desde 2,75 millones de barriles diarios de petróleo en 2021 hasta 3,3 millones diarios en 2025.
Igualmente manifestó su compromiso con el millonario plan de desinversiones, con el que la petrolera pretende reajustar su tamaño y su enorme deuda, y concentrarse en actividades más estratégicas y rentables, como la explotación de petróleo y gas en las gigantescas reservas que tiene en el presal, un prometedor horizonte de explotación en aguas muy profundas del océano Atlántico.
El plan de desinversiones prevé la venta de ocho de las refinerías de la empresa responsables por la mitad de la capacidad de refino del país.
“Estamos desinvirtiendo para invertir más y mejor, concentrando nuestros esfuerzos en la modernización del refino, en la expansión de nuestras refinerías que están cercanas a las materias primas, al presal, y cercanas a la logística instalada”, dijo.
En la rueda de prensa el director de Comercialización y Logística de la empresa, Fernando Borges, afirmó que Petrobras obtuvo 2.500 millones de dólares con los activos que vendió en el primer trimestre de 2021 y que la intención de la compañía es acelerar el proceso en lo que queda del año, incluso superando los desafíos impuestos por la pandemia de la covid. EFE
Fuente: Contacto hoy