Moscú. Las autoridades bielorrusas enviaron un avión de combate, emitieron una falsa alerta de bomba para obligar a aterrizar el domingo a un avión de Ryanair y luego detuvieron a un periodista de la oposición que viajaba a bordo, lo que provocó críticas en toda Europa.
En el dramático incidente, descrito por una autoridad de la UE como un secuestro, un avión de combate MiG-29 de la era soviética escoltó a un avión de pasajeros operado por Ryanair que volaba desde Atenas a Lituania.
El avión fue desviado repentinamente a Minsk, la capital de Bielorrusia, donde las autoridades detuvieron al periodista Roman Protasevich.
El periodista tenía la cabeza entre sus manos y temblaba cuando se dio cuenta de que el vuelo se dirigía a Minsk, informó el medio de comunicación lituano Delfi, citando a un pasajero. Más tarde, mientras lo llevaban detenido, comentó: “Aquí me van a condenar a muerte”, según el reporte, que Reuters no pudo verificar.
Los datos del sitio web flightradar24.com mostraban que el avión fue desviado sólo dos minutos antes de que ingresara a espacio aéreo lituano. Tras varias horas en Minsk, el avión despegó y finalmente aterrizó en Vilna, donde la Primera Ministra lituana, Ingrida Šimonytė, esperaba para recibir a los pasajeros.
Lituania, país miembro de la UE y donde vive Protasevich, instó a la Unión Europea y a la OTAN a responder. El Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, dijo en un tuit que el incidente era grave y peligroso y requería una investigación internacional.
El primer ministro de Polonia lo calificó de “acto reprobable de terrorismo de Estado” y dijo que estaba impulsando una cumbre de líderes de la UE esta semana para discutir sanciones inmediatas contra Minsk.
“Condeno enérgicamente la detención de Roman Protasevich por las autoridades bielorrusas, tras el secuestro de un avión de pasajeros de Ryanair”, dijo Mateusz Morawiecki en Twitter.
Un portavoz del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dijo que los líderes de la UE debatirían “las consecuencias y posibles sanciones” por el incidente. En un comunicado, Michel pidió la liberación de Protasevich.
El año pasado, Protasevich fue editor en la empresa polaca Nexta Live, que desempeñó un papel importante en la transmisión de enormes protestas de la oposición contra el presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, a través de la aplicación de mensajería Telegram.
Alemania pidió una explicación inmediata del incidente, y la jefa de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que la acción de Bielorrusia era “totalmente inaceptable”.
El ministro de Relaciones Exteriores británico, Dominic Raab, dijo que la “descabellada acción” tendría graves consecuencias.
La líder de la oposición bielorrusa Sviatlana Tsikhanouskaya, quien al igual que Protasevich opera ahora desde Lituania, pidió a la agencia de aviación de la ONU, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), que expulse a Bielorrusia
La OACI se mostró “muy preocupada” por el incidente, que podría haber infringido la Convención de Chicago, en la que se basa la aviación civil. El organismo mundial de la industria aérea, IATA, también pidió una investigación completa.
El incidente empeorará las ya difíciles relaciones entre Occidente y Bielorrusia, controlada férreamente desde 1994 por el Lukashenko.
Sus opositores le acusan de haber amañado las elecciones presidenciales a su favor el año pasado y de haber reprimido violentamente a la oposición. Él niega el fraude electoral.
Fuente: la Jornada