Ciudad de México. El Consejo Nacional Agropecuario (CNA) lamentó la resolución judicial que le niega el amparo contra el decreto presidencial que regula el proceso de eliminación del glifosato y señaló que la mala interpretación de ese acuerdo deja afectaciones severas en la industria agroalimentaria, podría provocar el aumento de precios en productos así como la pérdida de producción del campo.
El Juzgado octavo de Distrito en Materia Administrativa en la Ciudad de México negó la suspensión definitiva solicitada por el CNA para que no se le aplicará el decreto presidencial, ante lo cual la Semarnat hizo un llamado “para trabajar todos los sectores involucrados de manera coordinada por el bien de los mexicanos”.
Sostuvo que los resolutivos emitidos por el Poder Judicial Federal para Monsanto y el CNA otorgaron prioridad a la protección de bienes que interesan a la colectividad. En un comunicado aseguró que seguirá trabajando “con todos los actores para atender y dar cumplimiento al decreto del 31 de diciembre a fin de continuar paulatinamente en las acciones para la eliminación del glifosato hacia el 2024 y avanzar en la transición agroecológica que México necesita”.
Por su parte el CNA agregó que preocupa “la incertidumbre que se genera a partir de interpretaciones radicales y alejadas de la ciencia”, mismas que no están alineadas con la visión del Ejecutivo y pueden lastimar, seriamente la autosuficiencia y sustentabilidad.
Aseguró que el glifosato no puede ser reemplazado por otros productos en el mercado, debido a que no cuentan con los mismos atributos, incluidos la inocuidad ambiental y de salud, y prohibir el uso de maíz genéticamente modificado implica el desabasto de alimentos humanos y pecuarios, así como en ingredientes básicos para la elaboración de cerveza, alimentos para la nutrición animal, bebidas y medicamentos.
“Con la prohibición de la importación de maíz OGM, en lugar de tener un importante insumo para una boyante y productiva industria, nos veríamos obligados a importar proteína animal de valor agregado, misma que hoy México, no solo produce, sino también exporta”, agregó en un comunicado.
Sostuvo que esta prohibición incrementará la demanda de sustitutos del maíz como el sorgo, el trigo, la cebada y el propio el maíz blanco, lo cual elevará los precios de estos cultivos y se afectará la producción de pan, leche, huevo, jarabes y almidones, distorsionando los precios y productividad de la industria agroalimentaria.
Puntualizó que la “actual interpretación del decreto afecta la agroindustria porque es una prohibición drástica que limita la actividad agrícola, con consecuencias graves para todo el sector agropecuario, que tan solo en el 2020 en plena pandemia fue el único sector que creció”.
Fuente: La Jornada