“El área sembrada con coca en Colombia siguió bajando y llegó el año pasado a 143.000 hectáreas (a 31 de diciembre), el 7 % menos (que el año anterior)”, dijo el representante de la UNODC, Pierre Lapaque, durante la presentación del informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos.
Sin embargo, a pesar de la reducción del área de coca en los últimos años, que pasó de 171.000 hectáreas en 2017 a 143.000 a final del año pasado, la producción de cocaína sigue subiendo desde 2014, debido a la productividad de las plantas y la mejora en las tecnologías.
Así, a pesar de la reducción del 7 % en el área sembrada, el potencial de producción de cocaína se incrementó en un 8 % hasta llegar a 1.536 toneladas métricas de base cocaína equivalentes a 1.228 toneladas métricas de clorhidrato de cocaína.
“Hay que insistir en que la producción de cocaína no depende solamente de la cantidad sembrada de coca”, subrayó el representante de la ONU, que también destacó el esfuerzo de las autoridades colombianas en la lucha contra el narcotráfico porque el año pasado se incautaron de 505 toneladas de cocaína, la cifra más alta hasta el momento.
COCA CONCENTRADA EN CUATRO DEPARTAMENTOS
Por tercer año consecutivo bajaron los cultivos en los departamentos de Nariño y Putumayo, fronterizos con Ecuador, y por primera vez desde 2012 también bajaron en el Norte de Santander, el departamento que lidera la superficie de cultivos, según el informe de la UNODC.
Sin embargo, la siembra de cultivos de coca se incrementó en Antioquia (noreste), Córdoba, Bolívar, ambos en el Caribe, y el Chocó, este último fronterizo con Panamá.
Norte de Santander, Nariño, Putumayo, Cauca (suroeste) y Antioquia agrupan el 84 % de los cultivos ilícitos de coca, mientras que el restante 16 % se ubica en otros 15 departamentos.
LA VOZ DEL GOBIERNO
En la presentación del informe, que se hizo en la Casa de Nariño, sede del Ejecutivo, también estuvieron el presidente colombiano, Iván Duque, y los ministros de Justicia, Wilson Ruiz, y de Defensa, Diego Molano.
“El mayor enemigo que ha tenido la construcción de la paz en Colombia es el narcotráfico. A más coca menos paz (…) ha sido la ecuación dolorosa”, consideró Duque, que reconoció que en la lucha contra el narcotráfico “falta mucho más por hacer y que no dejaremos de ejercer ningún tipo de acción, ni apelar a ningún tipo de instrumento contemplado en la constitución y la ley para seguir enfrentando este flagelo”.
El jefe de la cartera de Defensa aseguró que la lucha contra el narcotráfico se ha convertido en un “imperativo moral, ético y estratégico” para el Gobierno.
“El narcotráfico representa hoy la mayor amenaza para el país, la mayor amenaza para nuestros líderes sociales y la mayor amenaza para el medioambiente y también para la democracia”, dijo Molano, que añadió que “no combatirlo significaría dejar a los colombianos a merced de las estructuras criminales del narcotráfico y las organizaciones al margen de la ley que intentan por todos los medios destruir nuestra democracia”.
Por otro lado, el año pasado, pese a la pandemia, los soldados y los policías lograron erradicar 130.000 hectáreas de cultivos de coca, la cifra más alta de los últimos años, según Defensa. EFE
Fuente: Contacto Hoy