Rousseff intervino como panelista en el debate “A 9 años del golpe contra Paraguay: Democracia y Resistencia en América Latina”, organizado por la formación opositora de izquierdas Frente Guasu, en el noveno aniversario del juicio político en el que se destituyó a Fernando Lugo (2008-2012) como presidente paraguayo.
La exmandataria brasileña calificó ese hecho como “un golpe contra Lugo en Paraguay” y recordó que América Latina tiene esa “condición”, si bien en épocas pasadas se había tratado de acciones militares, con “la presencia siempre del poderoso imperio del norte”.
“Es un golpe de otras formas, de blando no tiene nada. Puede no tener blindados en las calles, policías invadiendo residencias… pero los golpes parlamentarios, judiciales y mediáticos son golpes de encuadramiento al neoliberalismo”, aseguró.
También agregó que estos procesos tienen “su efecto para la población” y “son golpes muy poco blandos para el pueblo”.
Rousseff se refirió de forma concreta al Gobierno del presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro, que “tiene un componente neoliberal, una alianza de intereses entre los financieros, los fascistas y los militares”.
“El Gobierno brasileño hoy tiene más militares en el aparato de Estado que durante toda la dictadura militar en 21 años (1964-1985)”, manifestó.
EJERCICIO DE MEMORIA
Rousseff también aludió a la situación que vivió Paraguay en 2012, después de que la Cámara Alta sometiera al entonces presidente, Fernando Lugo, a un juicio parlamentario, unos días después de un operativo policial para un desalojo de tierras en Curuguaty (sureste) que se saldó con la muerte de seis policías y 11 campesinos.
El Congreso declaró culpable a Lugo por mal desempeño de sus funciones y el Gobierno cayó en manos de su vicepresidente, el liberal Federico Franco, que gobernó hasta agosto de 2013.
“Lugo fue víctima de un golpe de Estado ilegítimo, autoritario y violento de la forma como se dio”, opinó la expresidenta de Brasil.
Rousseff recordó que durante esos días su país, con ella al mando, acogía la celebración de la Conferencia de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas, conocida como Río+20.
Allí, junto con otros miembros del Mercado Común del Sur (Mercosur) y de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), conoció el proceso contra Lugo y adoptaron una postura conjunta al respecto.
“Las consecuencias serían graves porque no concordábamos con la salida así, porque no tenía base constitucional y, además, hubo un proceso súbito”, rememoró.
Paraguay quedó así suspendido del Mercosur y de Unasur hasta 2013.
No obstante, en ese periodo los líderes de ambas asociaciones acordaron evitar “decisiones que pudieran afectar al pueblo paraguayo”, dijo Rousseff.
“Nosotros tenemos que hacer un ejercicio de memoria, porque la memoria es también la búsqueda de la verdad. Estamos acá buscando la verdad de los hechos, de qué ocurrió en América Latina, qué fue capaz de destituir tantos presidentes”, reflexionó la expresidenta de Brasil. EFE
Fuente: Contacto hoy