Luque cortó la primera oreja de la función al primero de la tarde, un toro noble pero cogido con alfileres al que sujetó de manera magistral para llevarlo muy templado y muy toreado por los dos pitones.

Pero el canto grande del sevillano llegó en el cuarto, un toro con mucho fondo al que Luque cuajó una faena de notable contenido por la expresión, por la hondura, por la naturalidad y la pureza con la que lo hizo todo. Bien con la espada, a sus manos fue a parar el doble trofeo.

Roca Rey no le fue a la zaga y ya en el segundo amarró la Puerta Grande merced a una faena de mucho mando y mano baja a un toro de buen juego de El Puerto de San Lorenzo, al que se pasó también muy cerca en un fin de obra de alto voltaje.

Y todavía mejoró su versión el peruano con el quinto, un bravo ejemplar de La Ventana del Puerto al que cuajó una faena muy maciza, de mucho ritmo y a más, de mano baja y notable reunión sobre ambas manos, y de tremendo calado en los tendidos. Otras dos orejas fueron a sus manos de un toro premiado con los honores póstumos de la vuelta al ruedo en el arrastre.

Completaba el cartel el sevillano Pablo Aguado, que solamente pudo dejar detalles sueltos de su exquisita tauromaquia ante los dos toros de menos opciones de la corrida, y a los que, además, mató francamente mal. Se fue de vacío.

FICHA DEL FESTEJO.- Seis toros de El Puerto de San Lorenzo, bien presentados y de juego desigual. Los mejores, segundo, cuarto y, sobre todo, quinto, de nombre “Pardillo”, número 116, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Nobles y blandos, los insulsos primero, tercero y sexto.

Daniel Luque, oreja y dos orejas.

Andrés Roca Rey, dos orejas y dos orejas.

Pablo Aguado, silencio y silencio tras aviso.

La plaza registró media entrada dentro del aforo permitido. EFE

Fuente: Contacto hoy