La iniciativa de reformas a la Ley de Inclusión a Personas con Discapacidad
para el Estado, tiene la finalidad brindar orientación y tratamiento
psicológico más específico a las personas que padecen alguna discapacidad,
informó la diputada Marisol Carrillo Quiroga.
Al presentar la propuesta legislativa, señaló que las y los diputados de
Morena de esta legislatura, se han enfocado sus esfuerzos en las causas
sociales, aquellas que durante mucho tiempo han estado desentendidas,
que no se les ha dado la importancia que es debida y que, sin embargo,
tienen un impacto relevante en la vida cotidiana de las y los duranguenses.
Ampliación de motivos:
“No es posible que se siga normalizando que padecer alguna discapacidad
sea sinónimo de tener una vida infeliz, que aparte de tener limitaciones
físicas se tenga que lidiar con alguna enfermedad mental como la depresión,
ni podemos dejar o hacer a un lado el bienestar psicológico de todas y todos
los que pudieran padecer alguna discapacidad a lo largo de su vida”.
Las enfermedades mentales pueden llegar a presentarse en muchos
supuestos, pero desafortunadamente, no le hemos dado la importancia que
merece a una situación en particular; me refiero a cuando una persona ha
llevado su estilo de vida de manera normal y por algún hecho lamentable,
termina con una discapacidad y entonces se enfrenta a nueva realidad,
donde además de las limitaciones físicas, se encuentra la carga mental que
todo esto implica.
La salud mental requiere de una gran sensibilización, así como de una
atención integral que incluya prevención y atención; debemos de hacer
frente a esta conducta, dada su problemática y sus consecuencias que
además de ser fatales repercuten fuertemente en la familia y en la sociedad
en general.
Debemos continuar mejorando las condiciones de salud mental de los
ciudadanos, y priorizar aquellas personas que por desgracia sufren algún
accidente que los obligue a cambiar su estilo de vida, desde la orientación y
un tratamiento psicológico eficaz, para que puedan prosperar y tener una
mejor calidad de vida.
En algunos casos, la familia suele sobreproteger por el miedo de dejarlos
salir solos a enfrentar la vida, por los riesgos que esto conlleva, limitando así,
la oportunidad de salir adelante e integrarse en actividades que le ayuden a
superar lo que pasó.
Pero también, en la mayoría de las ocasiones, ni siquiera asisten a una
rehabilitación psicológica adecuada a su tipo de discapacidad, de manera
que la persona se va deteriorando junto con las nuevas capacidades que
pudiera adquirir o desarrollar, lo que fomenta una mayor dependencia de
los miembros de su familia.