*.-El PRI propuso que este proceso se diera después de las elecciones del 5 de junio: Yáñez
El presidente estatal del PRI, Arturo Yáñez Cuéllar, lamentó que el Presidente de la
República esté forzando, en sus tiempos y en sus formas, al Poder Legislativo a discutir, y
en su caso aprobar, la reforma eléctrica, con miras a la elección del 5 de junio, en donde
están en juego seis gubernaturas.
Para el dirigente del tricolor existe el interés presidencial de beneficiar a Morena y a sus
aliados y perjudicar a sus opositores en las próximas elecciones; “de por medio hay un
objetivo eminentemente político, por ello desprecia la autonomía que debe haber entre los
poderes ejecutivo, legislativo y judicial”, aseguró.
Entrevistado por los medios de comunicación al final de la rueda de prensa semanal de la
coalición PRI-PAN-PRD, Yáñez Cuéllar sostuvo que Morena y sus aliados están haciendo
uso de “la aplanadora legislativa”, al aprobar por mayoría en las comisiones unidas de
Energía y Puntos Constitucionales que sea el 11 de abril el día en que se presente el
dictamen de la iniciativa de la reforma eléctrica del presidente, para su discusión y
votación.
De antemano, dijo que el PRI, PAN, PRD y MC reclamaron la instalación de los trabajos
de estas comisiones unidas en “sesión permanente”, sin el dictamen respectivo en la mesa,
ya que modificaron el orden del día para hacerlo de esta manera declarándose en receso
hasta el 11 de abril en que pretenden dar el albazo.
El dirigente del PRI en Durango, adelantó que los diputados del PRI, PAN y PRD darán su
voto en contra y señalaron como “desaseado y apresurado” el proceso legislativo que lleva
a cabo Morena.
En el caso particular del PRI, indicó, “nuestro dirigente nacional ha dicho que si no se
consideran los cambios que requiere esta iniciativa para representar verdaderamente una
mejora para el sector energético en el país, nuestro partido definitivamente no lo aprobará”.
Igualmente, recordó que la postura del PRI es que esta iniciativa se discuta después de las
elecciones para que no tenga implicaciones de tipo político-electoral.