Ejército marroquí listo para responder a limitaciones médicas por el COVID-19
Benslimane (Marruecos), 16 abr (EFE).- El Ejército marroquí está listo para prevenir cualquier desbordamiento del sistema sanitario o el incremento de la propagación del coronavirus, hasta ahora en fase estable, con la creación de una serie de estructuras sanitarias de campaña y la movilización de su personal médico.
Un primer hospital de campaña ha sido montado por las Fuerzas Armadas Reales (FAR) en las afueras de la localidad de Benslimane, a unos 50 kilómetros de Casablanca hacia el interior del país, que está ya completamente operativo, aunque hasta el día de hoy no ha tenido que atender ningún caso.
Situado cerca del aeropuerto de la localidad, el hospital militar cuenta con un edificio en cemento con capacidad de 200 camas (40 de ellas para cuidados intensivos y 20 de reanimación), junto a otra parte compuesta por 16 carpas con una capacidad de 160 camas para los que se consideren casos estables.
Montada en solo seis días, esta estructura cuenta con 13 médicos generalistas y especialistas, junto a 69 enfermeros, además de la colaboración de soldados y efectivos adiestrados para combatir la epidemia y con experiencia en misiones parecidas en el extranjero.
“Estamos desde hace dos semanas preparados para recibir a los pacientes”, dijo a Efe el teniente coronel médico anestesista reanimador, Hicham Kechna, al salir de una reunión con el equipo sanitario destinado para este hospital.
Tras cada reunión diaria, Kechna reparte las tareas entre todo el equipo y se ponen a hacer ejercicios sobre el posible triaje y admisión de casos, además de otros ejercicios de desinfección o de entrenamiento sobre la forma más segura de ponerse y quitarse el buzo blanco esterilizado.
No es el único hospital de campaña ya que el ejército montó otro en la misma región, en las afueras de Casablanca, cerca del aeropuerto de Nouaceur, con una capacidad similar, y tiene pasibilidades de levantar otros hospitales de campaña allí donde se muestre la necesidad.
La región de Casablanca figura entre las más afectadas del país por el virus, pues acapara casi el tercio de los 2.251 casos registrados desde el pasado 3 de marzo, cuando apareció el primer caso.
El pasado 22 de marzo, y a dos días tras haberse decretado un confinamiento obligatorio a domicilio en todo el país, el rey Mohamed VI, en su calidad de jefe supremo de las FAR, dio órdenes al cuerpo médico militar para apoyar a la medicina civil en la lucha contra la pandemia.
Además de los hospitales de campaña, equipos médicos militares se enviaron de refuerzo para ayudar a sus colegas civiles en diferentes centros sanitarios, y los hospitales militares del país se pusieron a atender a casos de contagios.
También el Hospital Militar de Instrucción de Rabat, considerado uno de los mejores de todo Marruecos, figura entre los siete hospitales militares del país que se han sumado a los esfuerzos colectivos para frenar esta pandemia.
El hospital reordenó su espacio para recibir tanto a personas con casos confirmados como a sospechosos, además de otros pacientes, siguiendo un estricto protocolo diseñado para la ocasión.
El médico coronel Khalid Nibi, el jefe del Centro de Virología y Enfermedades Infecciosas y Tropicales del Hospital Militar de Rabat, subrayó que la clínica recibe a diario dos a tres personas infectadas con el virus y tiene la misma proporción diaria de bajas hospitalarias, con una treintena de casos que están actualmente en el centro hospitalario.
Una vez sanados, a los pacientes dados de baja se los ingresa en un hotel por otro período de 14 días de cuarentena para garantizar su total curación.
Nibi explicó que los pacientes están puestos bajo el protocolo terapéutico de hidroxicloroquina que hasta la actualidad ha mostrado su eficacia y ha permitido que la progresión de la pandemia en Marruecos se mantenga en niveles bajos: hasta el día de hoy, se han registrado 2.251 contagios, con 128 muertos y 247 casos de curación. EFE
Fuente: Contacto hoy