Buenos Aires. Unos 30 lesionados y heridos, entre ellos periodistas, fue el resultado de la segunda represión en una semana contra los jubilados, que en una marcha pacífica, como la que realizan todos los miércoles, llegaron hasta los alrededores del Congreso y se encontraron con un cerco de centenares de policías, gendarmes, prefectos navales, como dispuestos a enfrentar una manifestación violenta, y los agentes se ensañaron con los más ancianos e indefensos, a quienes arrojaron gas pimienta y su agregado químico directamente a la cara, al aplicar el protocolo antipiquetes dispuesto por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
Fueron varias las organizaciones de jubilados que protestaban contra el veto del presidente, Javier Milei, a la ley de jubilaciones que dispone el aumento y la movilidad jubilatorias. El miércoles pasado, también fueron reprimidos con extrema violencia. Fue sorprendente hoy no sólo la cantidad de fuerzas de seguridad que parecían superar en número a los jubilados reprimidos acompañados por representantes de organizaciones sociales, que fueron claves al momento de ayudar a los lesionados y heridos.
Esto sucede cuando el ministro de Regulación, Federico Struzenegger prepara en torno a la llamada ley de bases la nueva reforma laboral, que sería el fin de los derechos adquiridos por los trabajadores durante años y además la posibilidad de que “las partes” (empresarios y trabajadores) puedan salirse de la ley de contrato de trabajo en lo que refiere a los despidos, para lo cual intenta diseñar el esquema “que quieran para un convenio con la flexibilidad que quieran, a nivel empresa grande, mediana o chica”. Es decir que se pueda despedir trabajadores sin necesidad de establecer una causa y sin pagar indemnización.
Por su parte, Milei reunido con el empresario Marcos Galperín, de Mercado Libre, destacó que “el único que puede generar riqueza en este país y en el mundo entero es el empresario; no el político”, y añadió que “para que eso ocurra, al empresario hay que dejarlo ser porque la libertad de cada uno engendra la prosperidad común”.
Aseguró que su gobierno dará “batalla” contra el “costo argentino”, al que describió como un “monstruo de muchas cabezas”. Todo esto antes de la reunión de la ultraderecha convocada por el partido Vox de España, para lo cual están llegando a esta capital los representantes de las derechas ultras, de la región y el mundo ante lo cual, es entendible el ejercicio evidente de estas últimas represiones, intentando disuadir cualquier movimiento, que desmienta las palabras del mandatario, sobre el “milagro argentino”.
“Vemos con enorme preocupación que cada vez más países restringen la libre expresión en redes. En Argentina hay libre expresión porque respetamos la Constitución Nacional. Uno de los objetivos de este primer gobierno de Milei es convertir Argentina en un faro de libertad”, dijo la ministra de Relaciones Exteriores de Argentina, Diana Mondino, en lo que se advirtió como un “mensaje” claro del presidente argentino.
Fuente: Con información de La Jornada