Por Eduardo Serrano
El triunfo contundente de Jorge Romero Herrera en la interna del PAN, y los comentarios vertidos tanto por la presidenta de la República Claudia Sheinbaum, como por la presidenta Nacional de MORENA, Luisa María Alcalde, son una mezcla muy favorable para el Ambiente Político que gira entorno al panismo, concretamente, para el propio Jorge Romero, quien atrae de manera importante la atención de la 4T, porque si no fuera de esa manera, como decía mi abuelita, “ni lo hubieran pelado”. Subir al debate público al nuevo mandamás blanquiazul, también tiene un impacto directo en los procesos electorales vigentes, concretamente, en el que tiene que ver con nuestra entidad, porque, es innegable que Acción Nacional es la primera fuerza opositora en el país, y si “no se les duerme”, pueden capitalizar esa condición política, así que, Jorge, se debe poner a “darle que es mole de olla”.
Vale la pena señalar que Romero Herrera durante su visita a Durango, estando en campaña, manifestó que respetaría las “libertades regionales del panismo” y “defendería las posiciones que ostentan”, es decir, al menos desde la perspectiva panista, el pastor blanquiazul le dará “manga ancha” a Mario Salazar para sentarse a negociar con Ernesto Alanís, presidente estatal del PRI, con la venia del Jefe Político Estatal, de manera que perviva esa alianza, la cual demostró que “traía con queso las gordas” en los procesos electorales anteriores. Esto, además, nos hace suponer que se fortalece la candidatura de Toño Ochoa, quien indiscutiblemente, es el perfil mejor posicionado, para enfrentar a la 4T, aunque también es fundamental precisar que no por eso, quiere decir que para el panista será algo así como “enchílame otra”.
El alcalde “se ha puesto trucha” al colocar en el ánimo del electorado, los ejes de su gobierno, entre los que destaca el Presupuesto Participativo, lo cual le ha permitido estar en contacto directo con sus gobernados, posicionando a Durango como el octavo municipio -de los más de 2 mil cuatrocientos en el país-, en implementar este proceso democrático que empodera al ciudadano en la aplicación del recurso público, mismo que se ha venido superando en cada año tanto en el monto -que se elevó a 70 millones de pesos en la 2da edición-, como en la participación de la gente, -que inició con 20 mil personas y el año pasado fue de 30 mil. El impacto en la dinámica de socialización y movilización en la jornada electiva de los proyectos, que el año pasado fueron 350 registrados y 174 aprobados, nos hace pensar que en la 3ra edición del presupuesto participativo, para Toño Ochoa, “se va a armar la machaca”.
Por esta y otras estrategias del gobierno del alcalde capitalino, coadyuvar en su proyecto de reelección, es muy lógico pensar, que será una de las prioridades de Jorge Romero Herrera, quien tendrá que “ponerse al tiro” para que el panismo duranguense, perciba ese apoyo “como Dios manda”, por todas las repercusiones que puede implicar en lo subsecuente. Además, “ya entrados en gastos”, se deben enviar señales de viabilidad de los gobiernos de coalición, porque ese refrendo, tendrá resonancia en el 2028, y no habrá más, ya que la iniciativa de reforma electoral que prepara el Ejecutivo Federal, le “partirá su mandarina en gajos” a futuras aspiraciones reeleccionistas, de tal forma que, para Jorge Romero y Toño Ochoa, es ahora un nunca, en 2025, deben echar, “toda la carne al asador”.