“La situación no es sencilla ante la pandemia que vivimos. Sin embargo, cuando se ve el fondo del túnel sin saber lo que nos espera; cuando avanzamos, pero el monstruo sigue detrás; cuando no ha pasado la tormenta y ya comienza la inundación, es urgente tener firmeza en quien ha vencido a la muerte: ¡No tengamos miedo!”, señala en su editorial en Desde la Fe.

Ello, al señalar la saturación de estructuras sanitarias en muchas partes del mundo, el incremento en los índices de desempleo, criminalidad, carestía y una gran cantidad de riesgos.

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Además, reconoció que el confinamiento y sus múltiples consecuencias abren cuestionamientos que necesitan respuestas claras por lo que exhortó a reflexionar sobre los aprendizajes que dejará toparse con “un enemigo así de invisible y errático”, los caminos para fortalecer las relaciones familiares, los modelos laborales, de convivencia, de ocio, de movilidad, los nuevos esquemas que deberán ser ordinarios en la política, la economía, la promoción de la cultura, las relaciones internacionales, entre otros.

“Abran a su potestad salvadora los confines de los Estados, los sistemas económicos y los políticos, los extensos campos de la cultura, de la civilización y del desarrollo. ¡No tengan miedo!”, añadió.

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Por último, también apuntó que con frecuencia el hombre actual no sabe lo que lleva dentro, “en lo profundo de su ánimo, de su corazón”, así como que muchas veces se siente inseguro sobre el sentido de su vida en este mundo e invadido por la duda que se transforma en desesperación, por lo que insistió “en este momento, en que pareciera que lo más común es tener miedo, les decimos nuevamente ‘¡No tengan miedo!'”.

Fuente: El sol de Durango