Los índices accionarios de México ‘resucitaron’ tras cuatro días de caídas, contagiados de un aumento en el apetito por riesgo que impulsó a los mercados globales, en una sesión que contó también con cifras de la actividad industrial en el país y que espera reportes trimestrales de tres emisoras al cierre de operaciones.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) ganó 1.66 por ciento, que lo ubicaron en 45 mil 27 unidades, mientras que el FTSE BIVA avanzó 1.58 por ciento, a los 926 puntos.
Antes de la apertura del mercado, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) publicó datos de la actividad industrial, la cual mostró una contracción de 0.3 por ciento a tasa mensual en diciembre, de acuerdo con cifras ajustadas por estacionalidad.
En su comparación anual, la producción industrial cayó 1 por ciento, con contracciones anuales de 4.9 por ciento en la construcción y de 0.7 por ciento en la manufactura.
A nivel bursátil, las ganancias fueron lideradas por los títulos de Kimberly Clark de México, que ganó 7.03 por ciento, seguido de Grupo Carso, Grupo Televisa y Regional.
Por el contrario, los títulos que más retrocedieron fueron Megacable, que perdió 2.14 por ciento, seguido de Bolsa, Cuervo e IENOVA.
En Wall Street, los índices accionarios tomaron impulso del optimismo en los mercados y conquistaron nuevas marcas a medida que crecen las expectativas favorables sobre el impacto del coronavirus en la economía china.
El promedio industrial Dow Jones permaneció sin cambios en los 29 mil 276 puntos; el S&P 500 subió 0.17 por ciento, que lo llevaron a las 3 mil 357 unidades, y el tecnológico Nasdaq avanzó 0.11 por ciento, a los 9 mil 638 puntos.
Las ganancias se redujeron luego de que la Comisión Federal de Comercio solicitó información a algunas empresas tecnológicas sobre adquisiciones que podrían haber eliminado a nuevos competidores. El sector tecnológico ha sido uno de los más ganadores en lo que va del año y está siendo considerado defensivo dado su tamaño y estabilidad.
Los inversionistas también estuvieron atentos a los comentarios del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, ante el Congreso estadounidense quien señaló que el ente que preside está monitoreando los acontecimientos relacionados con el brote del COVID-19, al cual calificó como una amenaza para la economía estadounidense y mundial, aunque fue cauteloso al mencionar que es demasiado temprano para determinar el impacto.
Powell mencionó que esa entidad está satisfecha con las tasas de interés actuales, insinuando que no habrá recortes de las tasas de interés a corto plazo a menos que cambien las circunstancias.
Analistas se inclinan porque las tasas quedarán intactas el resto del año, aunque algunos apuntan que estas se reducirán al menos una vez más.
Por separado, Neel Kashkari, presidente de la Fed de Minneapolis señaló que la economía estadounidense parece relativamente fantástica y James Bullard, presidente de la Fed de Saint Louis señaló que la experiencia con brotes virales anteriores sugiere que los efectos sobre las tasas de interés pueden ser tangibles y durar hasta que el brote esté claramente contenido.
En el frente energético, los precios del petróleo se tomaron un respiro y ganaron en un entorno donde Rusia mantiene en espera a la OPEP+ sobre si aceptará la propuesta de recorte de la producción.
El WTI ganó 0.85 por ciento, que lo ubican en 49.98 dólares por barril y el Brent avanzó 1.73 por ciento, a los 54.19 dólares por barril.
A nivel accionario, las principales ganancias fueron impulsadas por los títulos de T-Mobile, que ganó 11.84 por ciento, le siguieron SBA Communications, Dish Networks y Technip.
Por el contrario, las emisoras que más cayeron fueron Under Armour, que perdió 18.90 por ciento; acompañadas de Martin Marietta Material, Masco y Sealed Air.
Fuente: El Financiero
