Madrid, 12 jun (EFE).- La flexibilización de las restricciones y medidas de confinamiento impuestas durante la crisis sanitaria por la COVID-19 no ha supuesto un incremento claro de los niveles de sustancias contaminantes en Europa, informa el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS).
En un comunicado, este organismo europeo explica que la situación en el continente no evidencia una vuelta a las condiciones de contaminación anteriores al coronavirus, mientras que en países como China, las actividades y las emisiones ya se han situado en gran medida en niveles previos a la pandemia.
Mark Parrington, científico sénior del CAMS, recuerda que entre enero y abril, “observamos un descenso en los volúmenes de sustancias contaminantes, como el dióxido de nitrógeno (NO2) y, en menor medida, de las partículas PM2.5 y PM10 en muchas regiones europeas, al tiempo que entraban en vigor las estrictas medidas de confinamiento por la COVID-19”.
“Esperamos asistir a un incremento a medida que se levanten las medidas de confinamiento, pero esta evolución aún no se ha manifestado en nuestros datos”, subraya.
Según Parrington, “existen importantes variaciones en las concentraciones en superficie de sustancias contaminantes, debido a factores como las condiciones meteorológicas, y sigue resultando complicado detectar cambios en estas concentraciones”.
Matiza que “las fuentes naturales de sustancias contaminantes no se han visto afectadas por las medidas de confinamiento, e Italia y el sudeste de Europa han protagonizado episodios de incremento de la contaminación del aire debido a nubes de polvo procedentes del Sáhara en mayo”.
Para Vincent-Henri Peuch, director del CAMS, “existen diferencias en la forma en que los confinamientos y la flexibilización de estas medidas se manifiestan en las distintas partes del mundo”, y en Europa, la flexibilización de las medidas de confinamiento se hacen de forma prudente y progresiva, lo que conlleva la continuidad de la reducción de desplazamientos y transporte relacionado con los negocios, por ejemplo”.
“Se trata de algo muy importante, dado que algunos de los beneficios para la salud observados durante el periodo de confinamiento derivados de la mejora de la contaminación del aire podrían mantenerse de forma permanente”, asegura.
Algunos objetivos de reducción de emisiones de sustancias contaminantes, que antes podían parecer demasiado ambiciosos o incluso contraproducentes, ahora pueden abordarse con confianza y respaldarse con pruebas, señala el CAMS, que incide en que “con esfuerzos combinados, como los propuestos en la iniciativa del Pacto Verde Europeo, podemos impulsar el cambio”.
El Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus proporciona información sobre la calidad del aire a través de mapas, series temporales y animaciones sobre NO2 y partículas finas (PM2.5) para cincuenta ciudades europeas, así como parámetros de PM10 y ozono.
El CAMS actualiza los mapas regionales a diario y cuenta con una herramienta de visualización de escenarios de emisiones con el fin de evaluar el efecto esperado de los cambios estimados por las medidas de confinamiento en la calidad del aire en Europa. EFE
Fuente: Contacto hoy