Nos reunimos en días pasados con el Lic. Antonio Bracho para pedir que termine la persecución policial, algunas chicas traen los teléfonos de los comandantes, pero ha habido quienes no hacen caso y siguen actuando mal, inmediatamente se ha movido para tratar los temas en Asuntos Internos.
Esta es la segunda parte de la entrevista realizada ayer al líder de la comunidad LGHTTTI, Ezequiel García, quien abunda:
Antes había una persona muy acosadora pero se logró avanzar en esa materia. No se ha terminado, cierto, y no nada más acosados por policías, sino por inspectores que quieren hacer pruebas VIH ilegales y absurdas.
Los “moches” a la policía han existido toda la vida, es posible que se den para poder trabajar, o de lo contrario compañeros y compañeras ya no podrán trabajar por falta de mordida.
La prostitución, añade, puede ser buena, o puede ser mala, pero ni buena ni mala, es una forma de vida, y es nada más y nada menos que el oficio más antiguo del mundo. El problema de muchos es que no se cuidan, incumplen la obligación de acudir a chequeos a pesar de que se trata de su principal herramienta de trabajo, y que deben mantenerla sana. Es un oficio de toda la vida, de modo que resulta una burla en pensar en acabarlo, hay que reglamentarlo, eso sí, pero acabarlo ni cómo.
“Hay quienes sí podemos hacer una carrera, un negocio, pero hay quienes no pueden hacerlo. Yo tengo una carrera, soy egresado del ITD, trabajo en el Gobierno Federal, tengo mi propio negocio, estoy casado, tengo una vida sorteada por mí, para que yo tratara de vivir tranquilamente”, dijo.
Sobre el maltrato y persecución a la comunidad de la diversidad se requiere regularizar y sensibilizarnos de que es su forma de vida.
Y la sensibilidad tiene que venir de allá para acá, porque de aquí para allá va nada más la oferta de amor y paz, y de allá para acá viene solo la persecución, discriminación y olvido.
Antes, refiere, muchos medios nos evidenciaban, cuántos periodistas escribían de nosotros tantas babosadas, relataban atrocidades de nosotros, especialmente en lo que fuera El Mercadito, que históricamente pasó a la historia como el centro de persecución oficial contra la diversidad.
Muchos diversos somos creyentes. Yo soy guadalupano y trato de hacer una vida digna, me costó mucho esta lucha. Buenos chingazos para empezar aquí y no fue fácil, muchos diversos son religiosos, pero tienen miedo por la estigmatización por nuestra forma de vida, pero hemos seguido luchando y vamos a seguirlo haciendo hasta el último aliento de nuestra vida.
Muchas veces me pidieron a gritos y a madrazos que no organizara a los maricones, que los dejara a cada quien por su lado.
Somos un movimiento de paz, de amor, que ha sido vulnerado, atacado siempre y sobajado ante cosas que lo único que queremos es que se reconozca quiénes somos y nuestras formas de vida.
Hay violaciones porque los congresos de los estados no quieren regular la materia sexual a pesar de que México es miembro de distintos tratados internacionales.
Somos un movimiento que venimos a dar esperanza, que ha sido ultrajado y que el sistema sigue en deuda con nosotros.
No podemos dejar de luchar, quiero que cambie esto, y si un día me dan la oportunidad a mí, lo voy a hacer, aunque tenemos que reconocer que es difícil en los congresos que tenemos, pero tenemos que seguir buscando la representatividad, un día vamos a ganar y las cosas tendrán que cambiar.
Finalmente, Ezequiel García puntualiza: Durango, históricamente, ha sido siempre el último del país en reformas legales y de eso estamos absolutamente conscientes. Ya nuestra entidad está en una isla, pues nuestros vecinos ya tienen leyes a favor de la diversidad.
Fuente: Contacto hoy