México, 13 nov (EFE).- Los recientes hallazgos de menores asesinados y descuartizados en el centro de Ciudad de México reflejan el horror de la violencia en el país así como los estragos de la cruenta batalla que enfrentan los cárteles del narcotráfico dentro de la capital.
El pasado miércoles por la noche dos adolescentes fueron detenidos cuando intentaban abandonar una maleta con los restos de otro joven de 14 años en la céntrica colonia (barrio) Guerrero de la capital.
Mientras que la Fiscalía General de Ciudad de México no descarta la participación de más personas en el crimen, algunos medios apuntan más allá y aseguran que el cártel de la Unión Tepito habría pagado a los adolescentes para que se deshicieran del cuerpo.
Esto pasó a pocas calles del lugar donde, el pasado 1 de noviembre, en Día de Muertos, fueron hallados los restos de dos adolescentes de 12 y 14 años de la etnia mazahua en bolsas de basura mientras un sujeto las transportaba en una carretilla.
En esa ocasión, la alcaldesa de Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, no dudó en señalar que semejante atrocidad “tenía que ver con un tema de narcomenudeo” (tráfico a pequeña escala).
EL NARCO EN LA CAPITAL
“Sin duda alguna son hechos atribuibles al crimen organizado. Son cosas de una crueldad francamente patológica”, dijo este viernes a Efe Javier Oliva, investigador en asuntos de seguridad y profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Aunque durante años las autoridades capitalinas negaron la presencia de cárteles en la capital y atribuyeron la delincuencia a bandas menores, ya nadie pone en cuestión su existencia.
El Gobierno de México ha detectado operaciones de más de una decena de organizaciones criminales en la capital, en cuyo centro destacan los enfrentamientos entre las rivales Unión Tepito y Antiunión Tepito como origen de buena parte de los homicidios.
Pero además, el pasado julio quedó demostrada la infiltración en Ciudad de México del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), el más violento del país, que protagonizó un fallido atentado contra el jefe de Policía de la capital, Omar García Harfuch, en el que murieron tres personas.
“Aquí somos 20 millones de personas. Es un mercado muy grande para la criminalidad (drogas, piratería, robo de autopartes…). Las grandes organizaciones criminales claro que tienen presencia”, dijo Oliva sobre el área metropolitana de Ciudad de México.
LOS MENORES DE EDAD, VÍCTIMAS
En todo este entramado, uno de los mayores daños colaterales lo sufren los menores de edad más desfavorecidos, que son captados por las redes de la delincuencia.
“Captan a los adolescentes porque están desprotegidos, buscan un sentimiento de pertenencia y a esa edad están dispuestos a romper con su familia y con la comunidad”, contó a Efe Juan Martín Pérez, director de la Red por los Derechos de la Infancia (Redim).
Según Pérez, cada día son asesinados siete menores de edad y otros siete desaparecen en México, sumido en una ola de violencia desde la guerra militar contra el narcotráfico iniciada por Felipe Calderón (2006-2012) y seguida por Enrique Peña Nieto (2012-2018) y Andrés Manuel López Obrador.
Desde hace una década, la Redim tiene detectadas redes de reclutamiento de menores en la zona conocida como “el diamante”, que incluye el centro de la capital y los populosos municipios vecinos de Ecatepec, Chalco y Nezahualcóyotl.
Las viejas y hacinadas vecindades del centro histórico, muy cercanas a puntos tan turísticos como el Palacio de Bellas Artes, se han convertido en zonas vulnerables para los menores.
“El objetivo de estos crímenes es generar terror exhibiendo los cuerpos en el corazón político del Estado mexicano, a solo 10 minutos del Palacio Nacional (residencia presidencial) y del Ayuntamiento”, expresó Pérez.
Y no son solo los casos de los jóvenes descuartizados. El 27 de octubre fue asesinado el hijo de una operadora de la Unión Tepito y el 10 de noviembre hallaron el cuerpo de una adolescente torturada.
CONTRA EL RECLUTAMIENTO
Ante los recientes sucesos que conmocionaron a la capital, el Gobierno de la Ciudad de México anunció el jueves un programa bautizado Barrio Adentro para prevenir que los niños y adolescentes caigan en las redes del crimen.
Según explicaron, se incrementarán las actividades educativas, culturales y deportivas en el centro, y agentes sociales irán casa por casa para atender las necesidades de cerca de 6.000 menores de edad detectados.
En 2011, el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas recomendó al Estado mexicano, entre otras medidas, elaborar un censo de menores reclutados por el crimen y tipificar el reclutamiento de menores en el Código Penal.
“Mientras no se adopten estas recomendaciones y se sigan tomando medidas mediocres, la violencia irá a más”, advirtió el director de la Redim.
México batió su récord histórico con más de 34.600 asesinatos en 2019, mientras que para 2020 se estima un nuevo récord con cerca de 40.000 crímenes, de acuerdo con el Gobierno. EFE
Fuente: Contacto hoy