Indianápolis. El ex empleado que mató a balazos a ocho personas en instalaciones de FedEx en Indianápolis fue entrevistado por agentes del Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por si siglas en inglés) el año pasado, después de que su madre llamó a la policía para decir que su hijo podría cometer “suicidio policial”, informó la agencia este viernes.
Los médicos forenses iniciaron el lento proceso de identificar a las víctimas, y los familiares de éstas pasaron horas de angustia por no tener noticias de sus seres queridos.
El agresor fue identificado como Brandon Scott Hole de Indianápolis, dijo el subjefe de policía Craig McCartt en conferencia de prensa. Los investigadores registraron una casa local vinculada con el atacante y decomisaron evidencia, incluyendo computadoras, dijo.
Hole comenzó a disparar contra personas al azar en el estacionamiento de las instalaciones de FedEx, matando a cuatro de ellas, para luego ingresar en el edificio, donde asesinó a otras cuatro y se suicidó de un disparo, señaló McCartt. Al parecer el atacante se quitó la vida poco antes de que la policía ingresara al edificio, agregó. Dijo desconocer si Hole poseía el arma legítimamente.
“No hubo confrontación alguna con nadie allí”, dijo, y aseguró: “No hubo ningún altercado, ninguna discusión. Aparentemente él simplemente empezó a disparar al azar”.
McCartt indicó que los asesinatos ocurrieron en cuestión de minutos, y que había al menos 100 personas en las instalaciones en ese momento. Muchas estaban cambiando de turno o en su descanso para cenar, señaló. Varias personas resultaron heridas, incluyendo cinco que fueron hospitalizadas.
Un empleado de FedEx dijo que estaba trabajando dentro del edificio el jueves por la noche cuando escuchó varios disparos.
“Veo a un hombre surgir con un fusil en mano y empieza a disparar y a gritar cosas que yo no podía entender”, declaró Levi Miller a la televisora WTHR-TV. “A fin de cuentas lo que hice fue echarme al piso para asegurarme de que no me viera, porque pensé que me vería y me dispararía”.
Paul Keenan, agente especial a cargo de la oficina de campo del FBI en Indianápolis, dijo el viernes que agentes interrogaron a Hole el año pasado después que su madre llamó a la policía para decirle que su hijo podría cometer “suicidio policial” (una situación en la que la persona con intenciones suicidas se comporta deliberadamente de manera amenazante para provocar que los agentes del orden le disparen).
Keenan dijo que el FBI fue convocado después de que se hallaron ciertos artículos en el dormitorio de Hole, pero no dio detalles acerca de qué eran. Indicó que los agentes policiales no encontraron evidencia de delito alguno y que no consideraron que Hole estuviera adherido a alguna ideología racialmente motivada. Un reporte policial obtenido por The Associated Press muestra que los policías incautaron una escopeta de la casa de Hole tras responder a la llamada de la madre. Keenan dijo que nunca se le devolvió el arma.
Hole fue empleado de FedEx, y la última vez que trabajó para la compañía fue en 2020, señaló McCartt, pero agregó que no sabía por qué dejó de laborar para la empresa ni si tenía vínculos con empleados de la instalación.
El jefe de la policía, Randal Taylor, dijo que un número “considerable” de empleados en la instalación de FedEx son miembros de la comunidad sij. La Coalición Sij indicó en un comunicado que “le entristecía confirmar” que al menos cuatro de los muertos pertenecían a la comunidad.
La coalición dijo esperar que las autoridades “efectúen una investigación a fondo, incluida la posibilidad de que haya habido prejuicios” que influyeran en lo ocurrido.
Fuente: La Jornada