Ciudad de México. La inflación anualizada en México, que tocó su máximo en abril desde finales del 2017, debe observar hacia adelante una tendencia a la baja, previó el subgobernador del Banco de México (BdeM), Jonathan Heath, en una entrevista.
En el cuarto mes del año la inflación interanual se aceleró a 6.08 por ciento y en su decisión de política monetaria el jueves la entidad monetaria mantuvo sin cambios la tasa clave, en 4 por ciento, ante la necesidad de regresar a la meta anual de inflación de 3 por ciento.
“Aparentemente la inflación general ha tocado su máximo en el año (6.08 por ciento) y de aquí en adelante se debe observar una tendencia a la baja para terminar en diciembre en una tasa por debajo de 5.0 por ciento (según las últimas encuestas)”, indicó Heath a la revista Forbes.
La economía mexicana sufrió en 2020 su peor caída desde la década de 1930 por los estragos de la pandemia del Covid-19, con una contracción de 8.5 por ciento. En el primer trimestre de este año, el Producto Interno Bruto (PIB) se expandió ligeramente 0.4 por ciento a tasa anual, aunque superó las expectativas, según el Inegi.
Según el subgobernador, para que la política monetaria funcione bien “es clave mandar señales claras, firmes y transparentes en cuanto a qué se quiere lograr”.
Por eso, dijo que la finalidad debe ser anclar las expectativas de inflación lo más cercano posible del objetivo puntual de 3 por ciento, en lugar de 3.5, como es el caso actual para el mediano y largo plazo, de manera que converja con la primera cifra y no con la segunda.
Heath reiteró que “es muy probable que la inflación vaya iniciar una lenta trayectoria a la baja en lo que resta del año y en la medida que los efectos de la pandemia se vayan disipando, deberíamos ver el regreso a una cierta normalidad el año entrante”.
“No obstante, es probable que el camino de esta inflación pandémica sea largo y sinuoso, por lo que no será fácil”, agregó.
Fuente: La Jornada