Martes 23 de junio de 2020. La documentación de un primer ventilador médico diseñado por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ya fue ingresada para la revisión técnica por parte de la Comisión Federal para la Protección contra Riegos Sanitarios (Cofepris) y así poder ser usado en pacientes con Covid-19.
El respirador, diseñado por expertos del Laboratorio de Instrumentación Espacial, del Instituto de Ciencias Nucleares, tiene las características de ser económico, portátil y poder construirse de manera sencilla en el país por la accesibilidad de sus piezas, además de que se ha probado conforme a las especificaciones que deben cumplir estos equipos médicos.
Gustavo Medina Tanco, responsable del Laboratorio de Instrumentación Espacial, indicó que el proyecto cuenta con el apoyo de diversas empresas que han provisto de componentes para la fase de desarrollo del ventilador, y que ya comenzaron a buscar las piezas que donarán para la producción de por lo menos 100 equipos.
El proyecto incluye todo, de punta a punta: desde la concepción del ventilador, el diseño, los prototipos, la validación y hasta cómo montar una planta de producción y cómo distribuir. Cada respirador iría acompañado de piezas de repuesto y también se tiene contemplado apoyar en la formación de recursos humanos, detalló el investigador.
Convenio con la IP
En un comunicado, se informó que la Coordinación de Vinculación y Transferencia Tecnológica de la UNAM ha avanzado en un convenio de colaboración con una empresa de biomedicina en Jalisco, especializada en la fabricación y reparación de equipos, partes y accesorios para material de uso médico.
La alianza es inicialmente de naturaleza altruista para ensamblar los primeros equipos, que serán donados al sector salud. Esta empresa cuenta ya con certificación de la Cofepris, lo que acelerará el proceso de fabricación del ventilador desarrollado por el grupo del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, donde se realizaron algunas pruebas.
Medina Tanco señaló que en tres etapas distintas el ventilador fue sometido primero a pruebas de laboratorio, para posteriormente verificar su funcionamiento al ser conectado a un pulmón artificial, en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias y en el Salvador Zubirán.
Fuente: La Jornada