San José, 6 jul. (EFE).- Costa Rica contabilizó este lunes dos nuevos fallecidos por la COVID-19, un hombre costarricense de 81 años y un extranjero de 43 años, y alcanzó la cifra total de 21 muertes en los cuatro meses desde que inició la pandemia.

El Ministerio de Salud manifestó en un informe que durante la noche de este domingo el país registró el deceso número 20 de un paciente con la COVID-19, se trata de un hombre de 43 años, extranjero.

La muerte ocurrió en el Hospital Calderón Guardia, en San José, donde se encontraba internado desde el 16 de junio en la unidad de cuidados intensivos, procedente de la localidad de Alajuela (centro).

El hombre, que fue diagnosticado con coronavirus el pasado 13 de junio, padecía de diabetes e hipertensión arterial, ambos factores de riesgo ante la COVID-19.

Además, el Ministerio reveló el fallecimiento número 21, un hombre de 81 años, costarricense que residía en el extranjero.

La muerte ocurrió en el Centro Especializado para Pacientes COVID-19, donde se encontraba internado desde el 30 de junio en la unidad de cuidados intensivos, procedente de localidad de La Cruz de Guanacaste (Pacífico norte).

El hombre, que padecía de diabetes, hipertensión arterial, anemia y tenía un antecedente de carcinoma epidermoide, fue diagnosticado con la COVID-19 el 28 de junio.

Con estos dos nuevos registros, el país suma un total de 21 fallecidos: nueve mujeres y 12 hombres con un rango de edad de 26 a 89 años, en los cuatro meses desde que inició la pandemia.

Costa Rica acumula hasta ahora 4.996 casos, de los cuales el 50 % se ha registrado en las últimas dos semanas, mientras que la cantidad de personas hospitalizadas simultáneamente son 77 pacientes, de las cuales 10 se encuentran en unidades de cuidados intensivos, lo que preocupa a las autoridades por la presión al sistema de salud.

Costa Rica atraviesa una segunda ola pandémica luego de una primera en la que el país logró mantener la curva de casos achatada.

Desde el mes de junio el Gobierno aplica una apertura económica, la cual se lleva a cabo de manera diferenciada por distritos y cantones, dependiendo del nivel de alerta de cada uno y de riesgo de contagio.

La fase de apertura habilita a operar fines de semana a las tiendas, cines, teatros, restaurantes y museos, a un 50 % de su capacidad y con el uso obligatorio de mascarillas o caretas. También se inició la apertura de las iglesias, pero deben cumplir con el distanciamiento social.

Las autoridades costarricenses han informado que están trabajando para garantizar un equilibrio entre la protección de la salud y la vida humana, así como la reactivación económica del país. EFE

Fuente: Contacto hoy