Atenas, 18 sep (EFE).- Unos 2.000 refugiados más han entrado este viernes al nuevo campo aún en construcción de la isla de Lesbos, en Grecia, que sustituye a Moria después de que este fuera arrasado por un incendio hace diez días, dejándolos sin techo, por lo que este lugar ya acoge a unas 7.000 personas.
La operación policial de traslado de los migrantes y refugiados, que estaban durmiendo al raso en el arcén de la carretera que conecta el antiguo campo con Mitilene y otros lugares de los alrededores, comenzó la mañana del jueves y de momento se desarrolla sin incidentes.
Con las últimas 2.000 personas que han aceptado ingresar en el nuevo centro, ya son 7.000 los refugiados que provenían de Moria y que la operación policial ha trasladado.
CASI 200 CASOS DE CORONAVIRUS
Entre estas personas se han registrado hasta ahora 174 casos positivos de coronavirus, que fueron llevados a una zona especial del campo donde han sido puestos en cuarentena.
“Por supuesto habrá más casos en los próximos días y semanas, pero confío en que al haber mucho personal no se convierta en un problema. La edad media en el campo es de 30, 40 años, por lo que con suerte no habrá casos críticos”, dijo a Efe Anastasios Yfantis, director de operaciones de Médicos del Mundo en Grecia.
El ministro griego de Protección Ciudadana, Mijalis Jrisojoidis, aseguró hoy a una emisora de radio local que entre 800 y 1.000 personas abandonarán Lesbos la próxima semana.
Según el Gobierno de Grecia, unos 4.000 refugiados habrán dejado la isla antes de Navidad.
Parte de la carretera que llevaba días bloqueada por la presencia de miles de personas que no tenían otro lugar donde ir ha reabierto al tráfico este viernes y se espera que pronto esté totalmente despejada.
El eurodiputado español de Unidas Podemos Miguel Urbán denunció hoy desde Lesbos que Grecia y la Unión Europea (UE) han tomado “la decisión política” de construir un campo “sin unas mínimas garantías de salubridad, que no garantiza los derechos de las personas que están allí para utilizarlo como un elemento de disuasión”.
LAS CONDICIONES EN EL NUEVO CAMPO
Urbán visitó hoy junto a otros eurodiputados el nuevo campo de Kará Tepé, en un antiguo campo de tiro militar donde las carpas, levantadas unas junto a otras, ni siquiera tienen camastros todavía y afirmó a Efe que ofrece “imágenes de campo de concentración, con familias en cuarentena por COVID-19 rodeadas por concertinas, con aseos químicos que nadie pasa a limpiar, donde es imposible mantener una mínima higiene”.
Además, Urbán indicó que los refugiados con los que pudo hablar en la cola para entrar al campo sólo reciben una comida al día que consiste en “un huevo duro, un pepino… raciones muy escasas en una situación muy compleja”.
Hoy mismo varias organizaciones presentes en la zona han denunciado que se ha prohibido la distribución de comida y agua a los refugiados que aún están fuera del campo.
Al respecto una fuente del Ministerio de Migración explicó a Efe que se ha decidido así porque “hoy entran las últimas personas al nuevo campo”.
Para Yfantis, que este campo no se convierta en un nuevo Moria depende de que se respete su carácter temporal, pero, “si no tenemos una repuesta inmediata de los Estados miembros de la Unión Europea y un enfoque distinto sobre migración, entonces sí lo será. Estamos hablando de 10.000 personas, es un campo enorme. Ni siquiera en Sudán u otras zonas con crisis humanitarias encuentras este tipo de campo”.
Aun así, espera que en este caso, al no existir “una jungla” alrededor del campo como en Moria (la mayoría de su población malvivía en tiendas improvisadas en los campos de olivos en torno al centro oficial), la coordinación y la asistencia sea mejor y se evite un mayor sufrimiento a estas personas.
Sin embargo, aboga por su traslado a la Grecia continental y a otros países europeos, especialmente antes de que llegue el frío, para lo que no cree que esté preparado Kará Tepé. EFE
Fuente: Contacto hoy