Los Poderes Ejecutivo Federal y Legislativo a terapia de grupo con la doctora Rodríguez Bores
Llegó el momento de que todos los obligados a sacar adelante al país de las crisis en salud y economía provocadas por la Covid-19, tanto de los Poderes Ejecutivo Federal y del Legislativo, acudan en grupo a terapia con la secretaria técnica del Consejo de Salud Mental, Lorena Rodríguez Bores, porque es evidente que están y nos están volviendo locos.
Ayer ofrecieron dos de los espectáculos más lamentables que hemos visto durante la pandemia y es probable que esta mañana, si los protagonistas principales no entran en razón, asistamos a otro en la conferencia de prensa mañanera del presidente López Obrador.
Sería ominoso que el presidente felicitara a su subsecretario de Salud por su comportamiento de ayer y este mostrara su espléndida sonrisa delatando el placer que le causan los cotidianos elogios del mandatario.
No estaría de más que el presidente López Obrador recordara en la mañanera de hoy al subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, que, en efecto, es un genio poseedor de la verdad absoluta en materia de Covid-19 y que por eso lo seleccionó como su mentor, pero que, al comparecer ante la soberanía de uno de los Poderes, como el Legislativo, lo hace como empleado y no como jefe del Ejecutivo Federal.
Por su parte, los legisladores deben entender que no tienen derecho a acusarlo de ser culpable del todo de la mortandad que ha causado el coronavirus (ocupamos el cuarto lugar mundial) pero tampoco él lo tiene a poner en duda el estado mental del “reducto de la minoría” legislativa, terca, según su entender, en sustraerse de la realidad.
Son de lamentar los episodios que ocurrieron ayer en la Cámara Alta y en la conferencia de prensa vespertina; lo será más aún hoy si, cobijado por el presidente López Obrador, López Gatell mete la mano en la herida y hurga para satisfacer su vanidad.
En un rasgo de apego a la realidad, no haría mal en aplicarse su propio consejo y acudir con la doctora Lorena Rodríguez Bores en busca de ayuda profesional para que lo auxilie en el proceso de duelo que, sin duda él también debe estar pasando con el rompimiento de todas las marcas de defunciones que vaticinó, la más extrema e impensable, la del “escenario catastrófico” de 60 mil víctimas de Covid-19.
Las evidencias gráficas que atiborraron las redes sociales el fin de semana lo muestran como persona sensible, por lo que es de imaginar lo terrible que debe ser enfrentar a diario al país para anunciar los estragos del coronavirus (el lunes se cumularon 83 mil 945 muertos y 821 mil 045 contagios) y, a pesar de ello, tener que decir que vamos bien, que el ritmo de contagios y muertes está en disminución.
Más difícil que enfrentar al país con la realidad, debe ser tener que convencer al presidente de lo que el resto de la nación no puede entender; peor aún, mostrar su amplia sonrisa de satisfacción cuando López Obrador intenta interpretar sus gráficas para tranquilizar a una sociedad que ha dejado de creer.
Nadie tomaría a mal si esta mañana el subsecretario se arma de valor y humildad y se disculpa con los senadores porque de paso les daría una lección y ellos tendrían que actuar en consecuencia.
Pero hasta donde es posible observar, la única que puede hacerlos entrar en razón es la doctora Rodríguez Bores
Fuente: Contacto hoy