Esta mañana se observaron largas filas de personas a las afueras del Monte de Piedad, donde decenas de duranguenses ante la falta de recursos se ven obligados a empeñar sus pertenencias o a tratar de recuperar las ya empeñadas, cosa que denota una baja economía en la ciudad, otra de las caras de la pandemia.
Una de las filas, la más larga y con adultos mayores incluidos, era para tratar de recuperar las pertenencias, luego del cierre que duró una semana por sanitización del edificio, y muchos de los que requerían dar sus pagos en esas fechas pueden hoy haber perdido sus pertenencias, que en muchos de los casos son las cosas más valiosas con las que cuentan.
En el interior del edificio y cumpliendo con las medidas de sanidad se encontraban no mas de 10 personas, pero al exterior el descontrol en la fila provocaba enojo y temor a los presentes, pues la “sana distancia” fue muy limitada por el exceso de asistentes.
El semáforo rojo que tiene ya cuatro días en el estado de Durango indica permanecer aislados el mayor tiempo posible y salir únicamente para prioridades y necesidades básicas, pero la económica, como es este el caso, no permite el alto absoluto de las actividades en la ciudad.
Fuente: Contacto hoy