Moscú, 20 feb (EFE).- El líder opositor ruso Alexéi Navalni perdió hoy el recurso de apelación contra la sentencia que hizo efectiva una pena suspendida dictada contra él en 2014, por lo que tendrá que ir a prisión pese a las fuertes presiones internacionales para su puesta en libertad.
El Tribunal de Moscú confirmó el fallo del juzgado Babushkinski que el pasado día 2 ordenó el ingreso en prisión del Navalni por incumplir la condiciones que le imponía la pena suspendida de 3 años y medio de cárcel a la que fue condenado por fraude en un juicio “arbitrario” según el Tribunal Europeos de Derechos Humanos (TEDH).
NAVALNI PASARÁ POCO MÁS DOS AÑOS Y MEDIO EN PRISIÓN
“Rebajaron un mes y medio. Algo es algo”, bromeó Navalni en la “pecera” tras escuchar el dictamen del juez Dmitri Balashov, que precisó que se descontara de la penas el tiempo que ha pasado en prisión preventiva desde que fue arrestado el pasado 18 de enero.
Además, también se tomarán en cuenta los diez meses que estuvo en arresto domiciliario antes de ser condenado en 2014, por lo que el líder opositor podrá salir en libertad dentro de dos años, seis meses y dos semanas.
Según el Código Penitenciario ruso, Navalni debe ser trasladado en un plazo de diez días a su lugar de reclusión permanente, que de momento se desconoce.
A los abogados del político aún les queda un cartucho que quemar: el recurso de casación, pero este tiene prácticamente nulas posibilidades de prosperar.
También es improbable que Navalni pueda obtener el beneficio de la libertad anticipada, ya que esta semana las autoridades penitenciarias etiquetaron al líder opositor como “interno propenso a la fuga”.
PALABRAS FINALES
“No hay que temer a la gente que quiere la verdad, quizás hay que apoyarla, no ayudar a la mentira, no hacer peor el mundo alrededor de uno”, dijo el líder opositor en palabras finales antes de fallo.
Admitió que esta conducta “tiene cierto riesgo, pero es pequeño” y añadió: “Como dijo otro filósofo contemporáneo, (el personaje de dibujos animados) Rick Sánchez, la vida es riesgo, y si no te arriesgas eres un montón de moléculas que flota en la corriente de la vida”.
“Habitualmente concluyo con las palabras ‘Rusia será libre’. Pero no es suficiente. Yo quiero que la gente reciba salarios normales, que se jubile dignamente. Rusia es un país desdichado. Se ve en su literaturas: solo desgracias y sufrimientos. Rusia no solo debe ser libre, sino también feliz. ¡Rusia será feliz!”, finalizó.
PARA EL KREMLIN LA VIDA POLÍTICA SIGUE IGUAL
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, descartó que el ingreso de prisión de Navalni afecten la pluralidad de la vida política del país al ser preguntado sobre este particular.”Ya hemos dicho antes que la vida política en Rusia es muy variada. Tenemos suficiente pluralismo en la arena política y son muchos los que hacen oposición al Kremlin”, dijo Peskov en su rueda de prensa diaria.
Agregó que “algunos hacen esto en el marco de la ley y otros, fuera de los límites de la decencia”.
RUSIA HACE CASO OMISO DE LA PRESIÓN INTERNACIONAL
El TEDH demandó esta semana la puesta en libertad inmediata de Navalni por considerar que su vida corre peligro, exigencia que el Kremlin calificó de un “intento muy grave de injerencia en los asuntos judiciales rusos”.
La Oficina de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la Unión Europea, Estados Unidos y varios otros países han exigido sin éxito la liberación del político opositor.Varios diplomáticos occidentales que asistieron a la vista de la apelación abandonaron la sede judicial nada más concluida esta, sin esperar el fallo del segundo juicio a Navalni, esta vez acusado de difamar a un veterano de la Segunda Guerra Mundial.
Y MULTA DE CASI 11.500 DÓLARES POR DIFAMAR A VETERANO DE GUERRA
Navalni fue declarado culpable en ese juicio, calificado de “farsa” por el político, y condenado a pagar una multa de 850.000 rublos (casi 11.500 dólares), 100.000 menos de lo que había solicitado la fiscalía.
El opositor fue arrestado el 18 de enero pasado a su regreso de Alemania, donde fue tratado durante varios meses de sufrir un envenenamiento en Siberia con una sustancia tóxica militar de la clase Novichok, del que responsabilizó directamente al presidente de Rusia, Vladímir Putin.
El pasado día 2, en el juicio que hizo efectiva la pena suspendida de prisión, Navalni afirmó que Putin pasará a la historia como “Vladímir el Envenenador”.
Su encarcelamiento desató las mayores protestas callejeras de los últimos años en Rusia, en el curso de la cuales más de 10.000 personas fueron detenidas. EFE
Fuente. Contacto hoy