Moscú. La embajada rusa en Estados Unidos negó el martes cualquier participación de Moscú en el ataque informático que paralizó a uno de los mayores operadores de oleoductos estadunidenses, cometido, según el presidente Joe Biden, por un grupo criminal basado en Rusia.
“Rusia no lleva a cabo actividades ‘maliciosas’ en el ciberespacio”, replicó el martes la embajada rusa en Estados Unidos en su página de Facebook, denunciando también las “invenciones infundadas de ciertos periodistas” que acusaron a Moscú.
Biden no acusó directamente al Kremlin por el ataque, diciendo que “hasta ahora” no tiene pruebas de una participación estatal, pero agregó que en la medida en que el grupo actúa desde su territorio, Rusia “tiene cierta responsabilidad”.
“Rusia siempre ha abogado por un diálogo profesional con Estados Unidos sobre cuestiones de seguridad informática internacional”, afirmó la embajada.
Joe Biden culpó del ataque contra Colonial Pipeline, uno de los mayores distribuidores de combustible de Estados Unidos, al grupo Darkside, especializado en ciberchantaje y cibersecuestro.
Surgido hace un año, Darkside secuestra los programas informáticos de las empresas a las que exige cientos de miles de dólares, incluso millones, para devolverles el control informático.
Darkside roba datos confidenciales de sus víctimas, especialmente en países occidentales, y amenaza con hacerlos públicos si no se paga el rescate.
En los últimos años, Estados Unidos y Europa acusaron a Rusia de ciberataques masivos en países occidentales.
Un ataque de doble extorsión que causó el cierre del Oleoducto Colonial – la red más amplia de combustible refinado de Estados Unidos – es el ciberataque más exitoso a la fecha contra infraestructura crucial estadunidense. Vía Graphic News.
Fuente: La Jornada