Ciudad de México. Los sectores esenciales de la economía de Estados Unidos pudieron operar y atender a la población de ese país durante los meses más difíciles de la pandemia gracias a los trabajadores mexicanos, hecho que impulsó que las remesas se convirtieran en la principal fuente de ingresos de divisas en México y que estos recursos sean el motor del consumo en las regiones receptoras, reveló este miércoles BBVA México.
Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA México, afirmó que tan solo con el monto de ingreso de remesas al país en 2020 (40 mil 606 millones de dólares) se podrían financiar las necesidades financieras externas que tiene el país.
Al presentar el Anuario de Migración y Remesas, que realiza el área de investigación del banco junto con el Consejo Nacional de Población (Conapo), el especialista detalló que las remesas, como proporción del Producto Interno Bruto (PIB) alcanzaron ya el 3.8 por ciento, su nivel más alto desde 2003.
“En parte se explica por la caída del PIB en México y el muy fuerte aumento en las remesas. Tienen una importancia fundamental, primero proveer sustento a millones de familias, pero también a nivel macroeconómico, ya son claramente la principal fuente de divisas para nuestro país, exceden a las exportaciones petroleras y a los flujos de turismo, los que se da en exportaciones de cualquier rubro, tan solo con la recepción de remesas se podrían financiar las necesidades financieras externas que tiene el país”, señaló en videoconferencia.
A nivel estatal, precisó el especialista, hay estados como Michoacán, Guerrero, Oaxaca, entre otros, en los que las remesas ya juegan un papel fundamental en la economía.
“Los principales usos que se dan a las remesas, la absoluta mayoría se destina a motivos de consumo, tanto de bienes duraderos, pero también de alimentos o de vestido y existe también una oportunidad que podemos trabajar para que cada vez una mayor de personas receptoras destinen sus recursos a fines de emprendeduría, eventualmente estas remesas puedan servir como un comprobante de ingreso y el receptor pueda obtener crédito para emprender algún negocio”, señaló Serrano.
Puntualizó que con los datos observados hasta este momento, BBVA espera que las remesas crezcan 22 por ciento al finalizar el año e ingresen al país casi 50 mil millones de dólares.
“En buena medida, las remesas también aumentaron porque muchos trabajadores mexicanos en Estados Unidos cuentan con documentación, de 11.5 millones de mexicanos que nacieron en México y migraron, se estima que 60 por ciento son documentados y esto hizo que en buena parte pudieran acceder a las ayudas fiscales de Estados Unidos”, expuso.
Recordó que la depreciación del tipo de cambio fue otro factor que incidió en el aumento de las remesas así como el cierre de la frontera terrestre entre México y Estados Unidos, lo que provocó que los mexicanos usaran envíos electrónicos para ayudar a sus familiares.
“Este año el envío de remesas tiene un ritmo muy alto, esto ha significado que México sea el tercer país en el mundo que más remesas recibe solo por debajo de China e India, y se envían por canales electrónicos”, enfatizó.
Carlos Serrano argumentó que 99.4 por ciento de los envíos de remesas se hacen por canales electrónicos, hecho que también “significa que no existe un problema fundamental de remesas en efectivo como se llegó a sugerir cuando hubo una propuesta para cambiar la Ley del Banco de México y lo que sí creemos es que hay un reto en integrar al sistema financiero a un mayor número de receptores de remesas en el país y a un mayor número de los que envían”.
Fuente: La Jornada