Desde el lunes, la isla amaneció con cientos de casas destruidas por la lava y los daños que esta ha dejado a su paso.
El volcán de La Palma, que después de miles de seísmos en los últimos días, entró en erupción en la parte oeste de la isla el domingo, hasta el momento no ha perdido fuerza.
Desde el lunes, la isla amaneció con cientos de casas destruidas por la lava y los daños que esta ha dejado a su paso.
Por su parte, el Gobierno de Canarias, en aplicación del Comité Directivo del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico, ha ordenado el desalojo de las viviendas de Tazacorte ante la previsión de que la colada de lava toque la costa del municipio.
El número de personas evacuadas desde el inicio de la erupción el pasado domingo asciende a cerca de 5 mil 500. Hasta el momento se contabilizan daños entre 120 y 130 viviendas, pero Protección Civil advierte de que la cifra va en aumento.
El dispositivo de seguridad se reforzará durante la llegada de la lava al mar, pues pueden generarse explosiones y la emisión de gases nocivos.
La lava avanza más lentamente de lo previsto inicialmente y no llegará al océano Atlántico esta noche como se había pronosticado anteriormente, han explicado este lunes las autoridades regionales de emergencia. La corriente de lava se encuentra aproximadamente a mitad de camino entre el volcán y la costa, dijeron las autoridades. Anteriormente habían advertido de posibles explosiones y nubes de gases tóxicos cuando la lava llegara al mar.
Hasta 20 millones de metros cúbicos de magma
Aunque los expertos habían previsto que la erupción pudiese ocurrir a corto plazo, los 11 millones de metros cúbicos de magma han alcanzado la superficie más rápido de lo previsto, sorprendiendo con toda la fuerza de la naturaleza y con una temperatura de 1.075 grados que avanza por la isla.
De acuerdo con el presidente de las Islas Canarias, Ángel Víctor Torres, las previsiones actuales son que el volcán albergue cerca de 17 a 20 millones de metros cúbicos de lava.
El volcán encontró su salida cuando la isla estaba en semáforo amarillo, una alerta diseñada para fases preeruptivas y no inminentes. La vulcanología es una ciencia muy compleja, y la isla de La Palma, no necesita tanto temblor para que el magma encuentre su salida en la corteza. No había previsiones posibles, solo el carácter imprevisible de estos fenómenos.
FUENTE: CON INFORMACIÓN DE “EL HERALDO”.