Se tiene que eliminar la brecha de desigualdad social, laboral, de justicia y
económica que viven las mujeres con la participación de las autoridades y
de la sociedad en general, expresó la diputada Marisol Carrillo.
El día de la mujer no se celebra, se conmemora a nombre de las
trabajadoras de una fábrica en Nueva York que se declararon en huelga para
exigir mejores sueldos, para que luego, sus superiores prendieran fuego al
edificio con 129 trabajadoras encerradas adentro, teniendo como resultado
trágico el que ya conocemos.
Desde entonces y a la fecha, gracias a la labor de miles de feministas hemos
ganado derechos, como votar y ser votadas, la planificación familiar, a tener
un trabajo, al acceso a la educación superior, a decidir con quién casarnos, a
manejar nuestro patrimonio, alcanzar cargos públicos y salarios iguales solo
por mencionarles algunos ejemplos, lo que antes estaba prohibido para
nosotras, gracias a la lucha de estas incansables mujeres, yo puedo estar
parada aquí y dispuesta a seguir con su encomienda para buscar la igualdad
de derechos.
Sin embargo aún quedan asuntos pendientes, la ola de violencia de la que
todos estamos siendo testigos, es inaceptable y lamentable, creo que
podemos decir que todas las mujeres mexicanas y las aquí presentes hemos
sido víctimas de acoso, discriminación, misoginia o algún tipo de violencia en
algún momento de nuestras vidas, tal vez en nuestros hogares, otras en la
calle, en el trabajo, en la escuela o en alguna otra faceta de nuestras vidas.
Debemos repetirlo hasta el cansancio: la igualdad de género no solo es un
derecho humano fundamental, sino también un requisito para acelerar el
bienestar social y el desarrollo económico, lograr la participación plena de
las mujeres en las diferentes esferas políticas, sociales y laborales debe ser
una prioridad en la agenda de la política pública y una responsabilidad
conjunta de los hombres y las mujeres.
Es momento de dar un gran paso para nuestra sociedad, debemos entender,
internalizar y combatir que se trata diferente a una mujer de un hombre;
desmontar esos sesgos culturales que nos dividen y nos muestran
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diferentes, prejuicos que se convierten en juicios que son aplicados de
distinta forma entre los géneros;
A una mujer se le llama dramatica, en vez de empática, intensa o mandona
en vez de lideresa, y por los mismos comportamientos a un hombre se le
llama asertivo sensible y trabajador.
Mi lucha en el feminismo ha sido larga y quizá falta mucho por lograr una
igualdad real y sustantiva entre hombres y mujeres, probablemente a
nuestras generaciones no les toque vivir esa tan anhelada igualdad, sin
embargo hoy en el presente haré lo posible por sentar esas bases que son
necesarias, porque claro que si hay formas de acortar esa brecha de
desigualdad que tanto afecta a las mujeres, porque la igualdad o es real o no
es.
Nos duele la muerte de otras mujeres, odiamos no poder caminar tranquilas
a casa, por todas las madres que se preocupan cada vez que sus hijas salen
de noche, porque estamos cansadas de tener miedo, para no volver a llorar
el asesinato de nuestras madres, hermanas y amigas; para no mandar más
mensajes con un ‘’avísame cuando llegues’’ Basta ya de minutos de miedo,
de humillación, de dolor, de silencio, ¡Tenemos derecho a que todos los
minutos sean de libertad, de felicidad, de amor, de vida! ¡Ya no pedimos
permiso, pedimos respeto!.