Aunque planteó una refundación del estado, los resultados están lejos de esa promesa
Enrique Alfaro llega a su tercer año de gobierno y lo que llamó, en campaña, la “Refundación de Jalisco” está lejos de concretarse, porque la deuda pendiente –que va en aumento– es la seguridad de la entidad, que tiene el liderazgo nacional en desapariciones, una larga lista de feminicidios y crímenes sin resolver, fosas clandestinas en toda su territorio y la presencia de jefes del crimen organizado.
En la campaña que lo llevó a convertirse en el gobernador 131 de la entidad, la propuesta de Alfaro en materia de seguridad se desarrollaba en 10 puntos, entre otros, la descentralización de la Fiscalía, modernizar las metodologías de investigación y agilizar los servicios para las víctimas de delitos.
También Fortalecer el Sistema Estatal Anticorrupción y el retorno de la Secretaría de Seguridad Pública que su antecesor, Aristóteles Sandoval, mantuvo como parte de la Fiscalía General del estado.
Ya como inquilino de Casa Jalisco, la desaparición de personas ha colocado a la entidad en el primer lugar nacional con 14 mil 873. Hace a penas dos meses, la Comisión Estatal de Derechos Humanos Jalisco emitió dos recomendaciones (148/2021 y 149/2021) que documentan deficiencias de la Fiscalía estatal y del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) en el proceso de búsqueda e identificación de 20 desaparecidos.
El organismo destaca la lentitud en procedimientos y protocolos para identificar los cuerpos en el IJCF, la dilación en la entrega de restos y que hay familiares de las víctimas que tienen año y medio esperando que concluyan los dictámenes de genética.
Además señala que la Fiscalía Especial cuenta con 30 agencias para atender a 125 municipios, pero 19 policías investigadores que deben dar salida a los casos y que se ven rebasados por el número de víctimas que día a día se suman.
La poca sensibilidad en el tratamiento de temas que involucran a personas desaparecidas ha sido notorio en el mandatario y el titular de la Fiscalía, Gerardo Octavio Solís Gómez, cuando minimizan y revictimizan a las víctimas, al decir que son miembros de la delincuencia organizada, a veces, sin que medie una investigación que lo avale.
Este viernes, Alfaro Ramírez se pronunció en redes sociales sobre la desaparición de una menor de edad, Paula, de la cual expone públicamente detalles de la investigación de su búsqueda, que está ausente por motivos personales. Alfaro concluye con un llamado a los padres y madres de familias para tener comunicación asertiva con sus hijos, para “no pasar estas situaciones que duelen”.
Una política de género en defensa de los derechos de las mujeres, fue también otra de las promesas de campaña. Sin embargo, en materia presupuestal, han figurado reducciones en partidas de atención de violencia contra ellas y, en 2021, se recortaron programas como la atención a mujeres víctimas de delitos; en la prevención, atención y acceso a la justicia para mujeres adolescentes y niñas en situación de violencia; el programa de mujeres líderes o jefas de familia y en el de fortalecimiento en la investigación y persecución de delitos de género.
De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a septiembre de 2021, se cometieron en México un millón 522 mil 759 delitos contra las mujeres, y 733 feminicidios en este periodo en el país, de los cuales, 54 ocurrieron en la entidad, colocándola en el tercer lugar nacional a nivel nacional de los 10 municipios con mayor índice de feminicidio.
Diversos hechos que han colocado en la mira de organismos internacionales a Jalisco, por el número de homicidios sin resolver. Uno de ellos, que está próximo a cumplir un año –el próximo 18 de diciembre–, es el de su predecesor, el ex mandatario Aristóteles Sandoval.
Ocurrido en Puerto Vallarta en 2020, a la fecha no hay detenidos, ni se ha informado de los motivos del asesinato, aunque sí hay órdenes de aprehensión vigentes contra un hombre y una mujer, presuntos autores materiales, se desconoce al autor intelectual.
Además, Jalisco se ha convertido en el bastión y lugar de residencia líderes del crimen organizado y sus familias.
La Federación ha reforzado las operaciones de seguridad, principalmente en Zapopan, donde el pasado 15 de noviembre detuvieron Rosalinda “N”, esposa de Nemesio Oseguera, El Mencho, líder del Cártel Jalisco Nueva Generación.
La aprehensión derivó en actos como el secuestro por más 96 horas de dos efectivos de la Marina, que fueron localizados con vida en Puerto Vallarta, y cuyo autor material ya fue detenido.
Además, de la localización de fosas clandestinas en todo el estado, la deficiente procuración de justicia, y la poca sensibilidad en la atención a familiares y personas desaparecidas, se suma a una crisis forenses latente que dista mucho de su promesa de paz.S
FUENTE: CON INFORMACIÓN DE “EL HERALDO”.