Don Pedro Ávila Nevárez nos dejó un legado de servir, de ser ejemplo de lucha por quienes
menos tienen y sobre de lealtad al PRI, afirmó Arturo Yáñez Cuéllar, en el homenaje
luctuoso con motivo del segundo año de su fallecimiento.
Los sectores y organizaciones, las dirigencias estatal y municipal, así como los liderazgos
de los comités seccionales se reunieron ante la tumba de este incansable y reconocido líder
social, que descansa en el Panteón de Oriente.
Después de depositar una ofrenda floral, el presidente estatal del PRI, acompañado de
Daniela Soto, secretaria general y de Ernesto Alanís, secretario de Organización; así como
de Jorge Vázquez Veloz, representante del gobernador Esteban Villegas y la diputada Gaby
Hernández, expresó a nombre del priismo duranguense el respeto y honor de recordar a
Don Pedro, cuya ausencia sigue llenando de tristeza a todos quienes lo conocieron.
Yáñez Cuéllar afirmó que para el partido es un orgullo haber tenido a un priista de su
altura, a un gigante de la política, a un líder social entregado a su gente. Este homenaje lo
hacemos los priistas que compartimos la convicción de que es posible un Durango mejor y
más justo, con menos desigualdad.
“Don Pedro Ávila era sinónimo de servir a la gente y de bondad, de dar sin obtener o pedir
recompensa”, expresó el dirigente priista ante sus hijos y la concurrencia que rodeaba la
tumba de quien fue regidor, síndico municipal, diputado local y diputado federal.
La legisladora Gabriela Hernández calificó a Don Pedrito como un duranguense de
excepción y de altos vuelos, un líder consumado y como un priista extraordinario, en su
discurso.
Asimismo, recordó a quien falleció un 22 de noviembre de 2020, como un ejemplo de lucha
contra los atropellos y las injusticias, y como una persona que estuvo trabajando hasta el
último momento de su vida en favor de los grupos más vulnerables de la sociedad, como
representante popular o desde las organizaciones populares que creó y dirigió.
La “china”, emocionada, consideró que don Pedro fue un hombre de resultado, de trabajo y
de superación, sencillo, pero de grandes capacidades en sus labores como regidor, diputado
local y federal.
Pero también dijo que tenía una gran visión de desarrollo, como la tiene hoy el gobernador
Esteban Villegas, porque fue promotor del ferrocarril Durango-Mazatlán, una gran obra de
conectividad, de la modernización de carreteras como la Durango a Parral y a Santiago
Papasquiaro.
Además, impulsó la pavimentación de caminos rurales en el municipio, la ciudad de los
niños y el primer asilo para ancianos.
También tomó la palabra su hijo, Francisco Ávila, mejor conocido como Panchito,
agradeció a todos quienes participaron en este homenaje, a la gente del partido. También
expresó sentirse contesto porque recordaban a su padre, cuyas últimas palabras fueron: hay
que seguir adelante.
“Y es el impulso que tenemos. No nos dejó propiedad, carros, ranchos ni nada, lo único que
nos dejó es la dignidad de ser sus hijos”, dijo.
Un amigo cercano, Alfonso Guereca habló de don Pedro como una leyenda, por él, vive en
el espíritu de toda la gente a quien ayudó y no ayudó y porque fue un hombre preocupado
por todas las clases sociales.
Entre los invitados destacaron los dirigentes electos del comité municipal, Noel Fernández
y Lupita Lechuga, el presidente de la CNC, Isaís Berumen; de la CNOP, Gabriel Arce, el
secretario adjunto del CDE, Carlos Matuk y el regidor Toño Morales