El Zoológico Sahuatoba mejora espacios y abre nuevos atractivos, esperando a que miles de familias durangueses puedan volver a disfrutar de este lugar único en el Estado, con la colocación de la primera piedra de lo que será el herpetario, dentro de este espacio educativo y dedicado a la flora y fauna, además de una serie de obras como parte del año 2019-2020 de la administración del Presidente Municipal Jorge Alejandro Salum.
Dentro de las obras nuevas está el área clínica de atención de pequeñas y medianas especies, con la finalidad de contar con instalaciones adecuadas que contribuyan a brindar atención médica oportuna y de calidad a las especies albergadas en el zoológico Sahuatoba.
Una granja interactiva denominada “Granja Sahuatoba” en la cual los visitantes del zoológico Sahuatoba podrán interactuar con especies domésticas, así como, cultivar diferentes tipos de hortalizas. Este espacio tiene como objetivo ser un espacio educativo-interactivo que permitirá concientizar a los usuarios sobre la importancia y función de los animales domésticos en la vida cotidiana.
“Con esto, vamos haciendo más rica la oferta que tiene el Zoológico Sahuatoba, además tenemos la clínica para atender las pequeñas especies, el diorama, galería de animales incomprendidos y muchas obras y nuevas especies para que disfruten y conozcan cuando vuelva a aperturarse”, indicó el Alcalde capitalino.
Por su parte, el director del Zoológico Emilio Camacho señaló que de 10 obras que prometió el Alcalde al inicio de su administración, van 13 obras pero además ya se tiene planeado el próximo año, con la recuperación de los albergues animales al interior del espacio, con lo que demuestra que el trabajo se intensifica el próximo año.
Se construyó una red hidráulica y un cárcamo, agregó el Director, con la finalidad de resolver una serie de problemas ocasionados por la dificultad de drenar el agua de los albergues, ya que para poder hacerlo se tenía que usar una motobomba, la cual provocaba inundaciones en distintos espacios dentro del Instituto.
Otra obra realizada durante este periodo de administración fue un depósito de residuos sólidos el cual logra concentrar los desechos orgánicos e inorgánicos. La construcción de este depósito es de gran importancia, ya que, anteriormente se utilizaba un espacio improvisado, que daba mal aspecto frente a los visitantes, además de generar contaminación visual, atmosférica y del suelo. Así mismo, a un costado de este proyecto se adecuó un espacio el cual es utilizado como estacionamiento para los vehículos del personal del Zoológico.
También se remodeló el albergue del cocodrilo ya que durante la temporada invernal este espacio era adaptado de manera improvisada con la finalidad de proteger a este ejemplar de las inclemencias climáticas. Así mismo, se creó el área de cuarentena la cual es un espacio primordial para el aislamiento de ejemplares que ingresen o sean huéspedes del zoológico, y que tengan alguna necesidad de observación, tratamiento, o aquellos que no presenten condiciones de exhibición, entre otros. En conjunto a esta obra se construyó una bodega que tiene como principal propósito resguardar todos los bienes inmuebles.
A la vez se construyó una barda perimetral lateral que colinda con el arroyo de la Targea, con la finalidad de evitar vandalismo y la inundación de los espacios del Instituto que colindan con dicho arroyo en tiempos de lluvia.
Además de estos proyectos, se montó la galería de exposición fotográfica que lleva por nombre “Animales Incomprendidos”, la cual tiene como objetivo concientizar a la sociedad sobre los mitos que existen acerca de estas especies.
Por último, se ejecutó el proyecto del Diorama Jurásico, el cual tiene como objetivo generar conocimiento en las nuevas generaciones sobre la Era Jurásica y todas aquellas especies que existieron en aquella época.