Washington. La Cámara de Representantes aprobó el viernes un proyecto de ley de gastos provisional de dos días para evitar un cierre parcial del gobierno, intentando ganar tiempo en las lentas negociaciones sobre un paquete de ayuda por casi un billón de dólares para hacer frente a las consecuencias del coronavirus.
No está garantizado que el Senado lo apruebe, pero parece probable que lo haga antes de que venza el plazo a la medianoche.
La cámara baja aprobó el proyecto por 320 votos a favor y 60 en contra. Ahora los frustrados legisladores se encaminan a seguir negociando el fin de semana.
El líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, dijo temprano que estaba “aún más optimista ahora de lo que estaba anoche”.
De todas formas los demócratas lanzaron una campaña concertada para bloquear un intento de los republicanos por frenar los poderes crediticios de emergencia de la Reserva Federal. Dijeron que la propuesta republicana privaría al presidente electo Joe Biden de herramientas cruciales para administrar la economía.
Creer que se podría alcanzar un acuerdo el viernes “sería un triunfo de la esperanza sobre la experiencia”, dijo el segundo republicano de mayor rango en el Senado, John Thune.
La financiación del gobierno caduca el viernes a medianoche, y se producirá un cierre parcial de bajo impacto si el Congreso no aprueba un proyecto de ley de gastos provisional antes de que venza el plazo.
Los demócratas se oponen a una disposición del senador republicano Pat Toomey que cancelaría más de 400 mil millones de dólares en potenciales poderes crediticios de la Fed establecidos en marzo bajo un proyecto de ley de ayuda. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, cerrará los programas a fines de diciembre, pero el lenguaje de Toomey va más allá, porque pide prohibir que el banco central reinicie los préstamos el próximo año. Los demócratas dicen que la disposición atará las manos de Biden y pondrá en riesgo la economía.
El forcejeo opacó los avances en otros temas del esperado acuerdo. Después de sentirse abrumados gran parte del jueves, los negociadores mostraron más optimismo, aunque la complejidad de alcanzar una solución negociada en torno a los problemas restantes y redactar los acuerdos en lenguaje legislativo y preciso era desalentadora.
Aparentemente los puntos centrales ya estaban listos: más de 300 mil millones de dólares en ayuda a empresas; una prestación federal adicional por desempleo de 300 dólares semanales y la renovación de las prestaciones estatales, que están próximas a expirar; pagos directos de 600 dólares a individuos; fondos para la distribución de vacunas, y dinero para los inquilinos, las escuelas, el Servicio Postal y la gente que requiere ayuda alimentaria.
Fuente, La Jornada