Los trabajadores formales que pierdan su empleo como consecuencia de la pandemia de coronavirus tendrán que laborar más semanas para poder pensionarse.

Cuando una persona que cotiza al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) pierde su trabajo, por ley puede disponer de una cantidad limitada de su ahorro para el retiro a fin de sobrellevar la mala racha de estar sin ingreso. Sin embargo, al sacar ese dinero de su afore, su monto de ahorro se reduce y se le descuentan semanas de cotización, lo que impacta negativamente en su posibilidad de alcanzar una pensión.

De acuerdo con el artículo 198 de la Ley del Seguro Social, “la disposición que realice el trabajador de los recursos de su cuenta individual por concepto del retiro por situación de desempleo… disminuirá en igual proporción a las semanas de cotización efectuadas”.

De acuerdo con la ley, esta reducción se calcula dividiendo el monto acumulado de los recursos de la cuenta individual entre el número de semanas cotizadas hasta el momento del retiro parcial por desempleo. El monto retirado se divide entre el cociente de la operación anterior y lo que resulte son las semanas cotizadas que el trabajador pierde.

Imagina un ejemplo hipotético de un trabajador que acumula 100 mil pesos en su afore y lleva mil semanas cotizadas (algo así como 19 años de trabajo). El cociente de dividir 100 mil pesos entre mil semanas es 100.

Por ley, este trabajador puede hacer un retiro por desempleo de 11 mil 500 pesos. Al dividir el monto retirado entre el cociente anterior, el resultado da 115. Ese es el número de semanas que se le descuentan.

Fuente: El Sol de Durango