El presidente del Observatorio Ciudadano de Durango, Jesús Elier Flores Salas, señaló que, si bien son verídicos los datos sobre disminución del delito de robo en las modalidades de alto impacto, también es cierto que el robo por hambre se ha disparado en la ciudad con la pandemia.

Explicó que esta situación no es privativa de Durango, ya que es un fenómeno mundial que ha venido de la mano con la contingencia sanitaria, la cual también ha incrementado el nivel de mendicidad y que luego deriva en que la gente tome cosas que se quedan olvidadas en los autos o frentes de casas.

Expresó que ejemplo de este tipo de latrocinio se ha visto de manera repetida en Durango, como lo fue el caso del hombre que robó 40 piezas de pan de un camión repartidor, robos que son impulsado por los bajos ingresos, la falta de empleo y la necesidad de mantener a las familias en esta pandemia.

En ese sentido el entrevistado comentó que estas cifras casi nunca son destacadas ya que no hay forma de contabilizarlas, puesto que la mayoría de estos robos se dan en modalidad hormiga, por lo que incluso los propios afectados llegan a desconocer en cuánto los golpea la perdida de productos.

De igual manera, mencionó que cuando los afectados detectan a alguna persona cometiendo estos hurtos, prefieren resolverlo directamente que denunciarlo, ya que son más las molestias a las cuáles se enfrentarían que lo que pudieran ganar, ya que se trata de robo de comida en pequeñas cantidades.

Flores Salas indicó que con la reactivación económica con la implementación del semáforo epidemiológico en verde se espera que este tipo de delitos patrimoniales bajen, pues muchas personas están recuperando sus empleos; “ya ha comenzado a bajar y esperemos que así continúe”, puntualizó.

Fuente: Contacto hoy